La inflación en la economía venezolana, que casi con seguridad superará 40% en 2013, tiene uno de sus orígenes en la política gubernamental errada en materia fiscal.
Esto lo afirmó el economista Efraín Velásquez, presidente del Consejo Nacional de Economía, durante el foro «La Economía Venezolana Hoy» organizado por el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro.
Velásquez afirmó que «la estrategia fiscal está acelerando el proceso inflacionario, por las necesidades de financiamiento» del sector público, que se apoya en el Banco Central de Venezuela para obtener recursos a través del financiamiento monetario.
Explicó que el tema fiscal no solo se relaciona con las cuentas del Gobierno Central, sino con las empresas públicas no financieras como Pdvsa o las de Guayana.
A su juicio dos elementos están marcando el desorden fiscal: la modificación de la Ley del BCV en 2005 para autorizar los traspasos de reservas internacionales al Fonden, y la otra reforma hecha a la misma Ley del BCV en 2010, por el cual se dio rienda suelta al financiamiento monetario a empresas estatales como Petróleos de Venezuela o la Corporación Venezolana de Guayana.
Las necesidades de Pdvsa surgen tras el deterioro de sus resultados durante los últimos tres años. «Tiene los mismos compromisos sociales pero sin capacidad de financiamiento», dice Velásquez, indicando que durante 2012 el BCV financió a Pdvsa con bolívares por un monto equivalente a 6,7 puntos del PIB.
Para 2013 el escenario fiscal del sector público muestra ingresos de 28 puntos del PIB, pero con una salida de 41% del PIB en gasto, arrojando un déficit de 13 puntos porcentuales.
«Las necesidades de financiamiento requieren acumulación adicional de deuda pública neta, y uso de inflación para cerrar la cuenta», explica Velásquez, quien sostiene que «en escenarios como éste es difícil que baje la inflación».
«Los nuevos arreglos institucionales permiten el financiamiento monetario, que estimula volatilidad y persistencia de la inflación. La estrategia fiscal instrumentada es inconsistente con la búsqueda de crecimiento con baja inflación», asegura Velásquez.
Liquidez monetaria sin freno
El financiamiento monetario ejecutado por el BCV a orden del Ejecutivo ha disparado la liquidez monetaria -la cantidad de bolívares circulando- en niveles asombrosos.
El economista Luis Zambrano Sequín, antiguo vicepresidente de la Academia de Ciencias Económicas, apuntó que la liquidez monetaria creció 6.525% en el lapso entre el año 2000 y 2013. «Y las reformas al BCV validaron esas políticas económicas», sostuvo.
Zambrano explicó que en una economía hiperinflacionaria hay mucho dinero, una actividad productiva en recesión o con poco crecimiento, «y un problema de demanda del dinero porque nadie quiere la unidad monetaria», lo que eleva su velocidad de circulación y se convierte en caldo de cultivo para la inflación.
Afirma que Venezuela, desde los años 80 del siglo pasado, ha recorrido un camino inverso de empeoramiento de la inflación a diferencia de otros países de América Latina, o petroleros de África y Medio Oriente. » América Latina se controló la inflación desde los 90 con reformas como reducción al mínimo de financiamiento monetario de déficit fiscales, la creación de fondos soberanos de estabilización, y la autonomía de los bancos centrales para la gestión de la política monetaria con un objetivo antiinflacionario.
Por otra parte Zambrano destacó el fenómeno del «señoreaje» por el cual el Gobierno al financiarse por emisión monetaria «termina generando un problema inflacionario. Esos efectos directos hacen que 14% del gasto del sector público está siendo financiado de esa manera. Y cómo sustituyes esa fuente de financiamiento sin que se generen inflación», cuestionó.
Fuente:El Universal