El Gobierno de Filipinas restó hoy importancia a que el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Husein, haya pedido investigar los asesinatos que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, admitió haber cometido en los años 80.
“Permítanme recordarles que la prensa estuvo presente en el incidente aludido por el presidente y fue en una actuación legítima de la Policía”, señaló en rueda de prensa en Manila el portavoz de la Presidencia, Ernesto Abella, según la versión del diario Inquirer.
“El comisionado de la ONU es libre de expresar su opinión en este asunto”, indicó Abella, y añadió que se trata de una caso que Filipinas ya investigó.
Las tres muertes que Duterte cometió a finales de los años 80 en Davao, cuando era alcalde de esa ciudad en el sur de Filipinas, son de tres delincuentes que habían secuestrado y asesinado a una misionera australiana.
Aunque no es la primera vez que el mandatario filipino reconoce en público que ha matado criminales, los comentarios que hizo la semana pasada han tenido un impacto mayor entre la comunidad internacional porque los hizo como jefe de Estado y cuando lidera una campaña contra las drogas que ha causado 6.100 muertos.
El portavoz de la Presidencia no contestó cuando se le preguntó si el Gobierno piensa presentar una queja contra los comentarios del comisionado de la ONU.
Fuente: Unión Radio
Por Confirmado: David Gallardo