Con el objetivo de regular las actividades y funcionamiento de las funerarias y cementerios, entró en vigencia la nueva ley que estipula las normas a través de las cuales se deberán prestar estos servicios.
La Ley para la Regulación y Control de la Prestación del Servicio Funerario y Cementerios señala, entre otros puntos, que será responsabilidad de la Superintendencia de Precios Justos fijar los costos de los servicios, tomando en cuenta las estructuras de costos presentadas por las empresas. También obliga a los dueños de las empresas funerarias a publicar en un lugar visible los precios de sus servicios, informar a los familiares o contratantes las características de cada uno de los procesos legales de forma gratuita, así como evitar realizar alguna actividad engañosa.
Queda establecido en la ley que el servicio básico por parte de las funerarias comprende preparación del cadáver, sala de velación y cafetería, un ataúd tipo latouche, excepto cuando se trate de donaciones, traslado del cadáver, un vehículo de acompañamiento y el transporte de utensilios en caso de que el lugar de velación sea en el domicilio.
Regula igualmente los servicios que se deben prestar en los cementerios, reitera que son las autoridades municipales las encargadas de asegurar calidad de atención en las funerarias y los camposantos. Además, obliga a los alcaldes a construir o adquirir al menos un local funerario para ofrecer el servicio de forma gratuita a las personas que lo requieran, así como a prestar servicio de vigilancia las 24 horas del día en los cementerios.
Se les otorga el derecho a los consejos comunales de participar en los distintos niveles de estos servicios, con el fin de buscar el mejoramiento de la atención. Se estiman multas entre 100 y 500 unidades tributarias a los que no respeten los artículos de la nueva ley, en vigencia desde el 18 de febrero.
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