El número de muertos en Kenia por las lluvias torrenciales y las inundaciones causadas por el fenómeno meteorológico de El Niño desde el pasado noviembre aumentó de 160 a 165, informó el portavoz del Gobierno keniano, Isaac Mwaura, que este viernes está visitando uno de los condados más golpeados.
«En las últimas 24 horas se han reportado cinco muertes relacionadas por las crecientes inundaciones, elevando la cifra de fallecidos a 165. Nuestro más sentido pésame a las personas y familias afectadas por este catastrófico suceso», señaló el portavoz en un comunicado emitido a última hora de ayer.
Según Mwaura, las inundaciones también han obligado a más de 539.200 personas a abandonar sus casas, lo que ha obligado al Gobierno a levantar «once campamentos adicionales para acomodar a los desplazados».
«Instamos a los kenianos a que permanezcan atentos, cumplan con las alertas y cooperen con los equipos de evacuación para evitar más muertos y heridos», añadió.
Mwaura ha viajado al condado costero de Lamu (sur), donde ha presentado las acciones que está realizando el Gobierno de Kenia para entregar alimentos y otros objetos a las personas afectadas y rescatar a los que se ven atrapados en medio de las inundaciones.
El Niño ha provocado inundaciones repentinas, anegamientos en llanuras bajas, desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierra, pérdida de ganado y destrucción de cultivos e infraestructura en diferentes puntos del país, sobre todo a lo largo de la franja costera, en zonas de las tierras altas centrales, las tierras bajas del sureste y varias áreas del noreste y noroeste del país.
El mes pasado, el presidente keniano, William Ruto, fue criticado por asegurar que el país no experimentaría lluvias derivadas de este fenómeno, sólo fuertes precipitaciones que «no serían destructivas».
El Departamento Meteorológico de Kenia vaticinó, sin embargo, que las intensas lluvias continuarán hasta enero de 2024.
El Niño es un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.
Estas inundaciones llegaron después de la peor sequía registrada en el Cuerno de África en las últimas cuatro décadas, una falta de agua que dejó a Somalia al borde de la hambruna y con 6,6 millones de personas bajo inseguridad alimentaria aguda, según la ONU.
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