El expresidente español Felipe González viajará a Venezuela cuando se fije la nueva fecha de la vista oral del juicio que el gobierno de Nicolás Maduro ha emprendido contra el líder opositor Leopoldo López y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, cuya celebración estaba prevista para este lunes pero que ha sido pospuesta.
El juicio a los dirigentes de la oposición, presos por rebelión, se ha convertido en un juego político infantil de un tira y encoge o de la candelita que necesita de un árbitro. Cada vez que algún dignatario extranjero desea visitar a los líderes en la cárcel de Ramo Verde, el mandatario se lo impide bajo cualquier pretexto.
Igual ocurre con el expresidente González. Tan pronto anunció que venía a Caracas este lunes a observar el juicio de López y Ledezma, el gobierno aplazó la fecha de la vista oral hasta nuevo aviso para impedir la visita del expresidente de España, quien prometió asistir al proceso cuando las autoridades venezolanas decidan reanudar la causa legal.
Leopoldo López, fundador del partido Voluntad Popular, se encuentra preso en la cárcel militar de Ramo Verde desde el 18 de febrero de 2014 bajo los cargos de instigación a la violencia. Y Antonio Ledezma, su compañero de la fórmula denominada «La Salida», que pide la renuncia de Maduro, fue encarcelado también en Ramo Verde, el 20 de febrero pasado, pero se encuentra de reposo médico desde hace un mes por una operación de urgencia de un tumor en la ingle.