Qué alegría deben sentir los hermanos ecuatorianos hoy, después de una jornada electoral democrática y sin contratiempos, en la que todos los involucrados cumplieron su trabajo y respetaron la decisión de la mayoría.
Las autoridades electorales dieron los resultados preliminares y el candidato en desventaja reconoció su derrota sin el menor problema. Guillermo Lasso pasa entonces a encabezar un nuevo gobierno en Ecuador porque los ciudadanos así lo quisieron.
Vienen cambios, de acuerdo con las promesas del exbanquero ahora presidente. Lasso tiene en cuenta que una de las prioridades más urgentes para su país es recuperar la economía y al respecto ha esbozado ideas claras de cómo hacerlo.
Su aspiración presidencial es de vieja data, pero los analistas políticos aseguran que esta vez es más maduro y está mejor preparado para la tarea. Promete recuperar el empleo, no aumentar el impuesto al valor agregado y seguir con el Fondo Monetario Internacional.
La sociedad ecuatoriana necesita un equipo que esté dispuesto a poner todo su empeño en resolver las profundas desigualdades que vive diariamente. Y ojalá que la desventaja que Lasso tendrá en el parlamento no le haga torcer el rumbo en su objetivo. Las presiones de grupos políticos ligados al exmandatario Rafael Correa no dieron frutos para influir en estos comicios libres, y es deseable que ahora todos se unan en la meta más importante que es sacar a Ecuador adelante.
Los venezolanos tienen mucho tiempo sin saber lo que son unas elecciones democráticas, pero todavía hay generaciones que recuerdan lo que esto significa. Es por ello que, además, agradecemos al presidente electo su disposición de seguir apoyando la lucha que se libra en este país a diario para salir de este régimen.
Los resultados de las elecciones ecuatorianas, más allá de dar un ganador como nuevo presidente, llevan un mensaje muy valioso, y es que con autoridades electorales imparciales, instituciones democráticas firmes y respeto a las diferentes maneras de pensar se puede recuperar la confianza de los ciudadanos para construir el camino de esperanza que se merecen.
Ojalá que este ejemplo inspire a todos los venezolanos que en la actualidad desean un cambio para que tengamos la fuerza de exigir elecciones generales libres, con un Consejo Nacional Electoral imparcial y lo más pronto posible.
Editorial de El Nacional
