FEDECAMARAS ratifica su compromiso con la generación del trabajo decente

FEDECAMARAS ratifica su compromiso con la generación del trabajo decente

Este 7 de octubre FEDECAMARAS se une a la celebración del Día Mundial por el Trabajo Decente, ratificando su compromiso con la generación de empleo productivo y libremente elegido, que no sólo es capaz de generar un ingreso, sino que permite el progreso social y económico, y fortalece a las personas, a sus familiares y comunidades.

 

El concepto de Trabajo decente fue formulado por la OIT en el año 1999, con el objetivo de combatir el empobrecimiento y como camino hacia una sociedad decente, más justa y humana.

 

En el documento de la 70ª Asamblea Anual, “Compromiso con Venezuela”, FEDECAMARAS ratifica la necesidad de promover el trabajo decente.

 

El empleo decente no se trata solo de la permanencia de un trabajador en un puesto, comprende sus posibilidades de crecimiento, y el aumento de los beneficios y remuneración de acuerdo con su esfuerzo. El Estado debe promover la capacitación, la recuperación de la institucionalidad sindical e impulsar la seguridad social.

 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece que el trabajo decente es fundamental para alcanzar una globalización justa, reducir de la pobreza y obtener desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible y se logra a través de la aplicación de cuatro objetivos estratégicos: la creación de empleo, la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo tripartido (empresarios, trabajadores, gobierno).

 

Para los empleadores el concepto de trabajo decente debe promoverse de manera inseparable del concepto de la empresa sostenible.

 

En la celebración de esta Jornada Mundial, Fedecámaras reitera la necesidad de un diálogo franco, sincero, desprejuiciado y sin etiquetas; entre el Gobierno, los trabajadores y empresarios, y exhorta al Gobierno nacional a distanciarse del discurso agresivo, lleno de descalificaciones en contra de la empresa privada y en contra del gremio empresarial. El Estado se empeña en satanizar a los empleadores, actitud que sólo genera un clima de confrontación y anarquía en los centros de trabajo y no contribuye en la reactivación económica que tanto necesita el país.

 

El Gobierno se aferra a un modelo económico que lejos de impulsar a la actividad económica privada, día a día la asfixia más, y sólo trae como consecuencia la destrucción del aparato productivo nacional. Aumentan los cierres de empresas, disminuyen los puestos de trabajo.

 

El objetivo de la empresa privada es la construcción de una economía fuerte, estable, productiva e innovadora que genere bienestar y oportunidades.

 

 

NOTA DE PRENSA

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