Para el cierre de este año, la industria nacional dedicada a la fabricación de partes y repuestos de los vehículos tiene como meta contemplar 7.000.000 de dólares en exportaciones.
El presidente ejecutivo de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Autopartes (Favenpa), Omar Bautista, señaló que la demanda extranjera y lo poco que se produce en repuestos para abastecer al mercado venezolano son las válvulas de oxígeno del sector que ahora trabaja al mínimo de su capacidad.
«Proyectamos una mejora en las exportaciones y la meta de este año es llegar a los 7 millones de dólares. Es una buena cifra, pero lejos de los niveles que teníamos hace tiempo. Nosotros llegamos a hacer exportaciones por 260 millones de dólares», detalló Bautista.
Agregó que estas exportaciones superan al doble lo alcanzado en 2019 y 2020, que sólo se obtuvo 3,4 millones de dólares en exportaciones.
El máximo representante de Favenpa dijo que Colombia, Argentina, Brasil y Estados Unidos, son los principales países en los que se vende está producción nacional de autopartes.
Señaló que aunque la demanda no es muy alta, la industria venezolana logró hacerse con nichos de mercados para vender, especialmente baterías, pistones de aluminio, radiadores, ballestas y filtros de aire y aceite.
La industria de autopartes aseguró su producción y es más optimista en comparación con el año anterior, pese a que operan con ciertas limitaciones por el cumplimiento del método 7+7 impuesto por el Ejecutivo Nacional.
Además de las limitaciones causadas por la pandemia del Covid-19, el sector enfrenta el reto de hacer un nicho de mercado en el extranjero sin el apoyo de algunas empresas multinacionales que estaban en el país anteriormente y que ayudaban a conseguir clientes. Antes de 2007 la industria contaba con el acero producido en suelo nacional, además es una de las materias primas para muchos de sus productos.
El sector considera que la exportación de autopartes con el sello «Hecho en Venezuela», son excelentes noticias, aunque la industria todavía no vislumbra un cambio para retomar el ensamblaje de vehículos nuevos en el país y tampoco se frena la entrada de autopartes importadas sin el pago de impuestos, lo que preocupa al sector.
«Calculamos que las compras de las ensambladoras sean cero para este año, porque no creemos que vaya a existir una mejora durante lo que resta del año. Las ensambladoras son quienes nos hacían las mayores compras. Ahora las empresas de autopartes no producen para tener inventarios, sino que se trabaja en función de la demanda. No hay para dejar productos almacenados», expresó Bautista.
Durante el primer trimestre del año, solo un camión Mack fue lo que se ensambló en el país. Todavía no se conocen las cifras sobre la producción para este segundo trimestre, sin embargo, se sabe que el ensamblaje de vehículos va en picada, si se compara con los 86 vehículos que se lograron armar en el país en el primer trimestre del año pasado. Mientras que en 2007 se ensamblaron 172.000 vehículos.
El economista Enrique González, en una publicación del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) señaló que el sector automotriz tiene una primera barrera en el «depauperado poder de compra del bolívar, así como de sueldos y salarios producto del proceso hiperinflacionario».
En ese sentido, Favenpa le ha estado pidiendo, desde hace más de dos años, a los ministerios de Economía y Finanzas e Industrias y Producción Nacional que frenen la importación de las autopartes que se producen en el país. Las autopartes que llegan sin el pago del Impuesto del Valor Agregado (IVA), ni del impuesto por importación, ni tampoco de la tasa aduanera suponen «una competencia desleal» para la industria nacional, dijo el ingeniero Bautista.
«Le hemos planteado al sector oficial que estas importaciones generan una competencia desleal a la industria y al empleo productivo», apuntó.
Fuente: Banca y Negocio
Por: Maria Laura Espinoza
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