La guerrilla comunista de las FARC anunció que activó este jueves el protocolo humanitario especial para liberar “en los próximos días” al soldado del ejército colombiano, Carlos Becerra Ojeda, capturado hace seis días en el departamento del Cauca (sur).
La delegación de la guerrilla de las FARC. El comandante Pablo Catatumbo lee una declaración durante las conversaciones de paz con el gobierno colombiano en el Palacio de Convenciones de La Habana, el 18 de diciembre de 2014. Las guerrillas colombianas de las FARC declararon un alto el fuego indefinido, unilateral en el conflicto de 50 años , diciendo que sólo usarán armas si son atacados por el ejército. Foto AFP
“Informamos al país que en el día de hoy se ha puesto en marcha el protocolo humanitario especial para la liberación del soldado profesional Carlos Becerra Ojeda, capturado en combate el 19 de diciembre pasado en el departamento del Cauca”, señaló la delegación de paz de las FARC en un comunicado divulgado en La Habana.
La guerrilla precisó que Becerra Ojeda será entregado “en los próximos días” a una “misión humanitaria” integrada por “representantes de los gobiernos garantes de los diálogos de paz, Cuba y Noruega, y el Comité Internacional de la Cruz Roja”.
El Ejército colombiano confirmó el lunes que el soldado había sido “secuestrado por este grupo terrorista”, luego de sobrevivir al ataque que las FARC lanzaron el viernes en la vereda El Carmen, zona rural del municipio Santander de Quilichao, departamento del Norte del Cauca, horas antes de iniciar un cese al fuego unilateral e indefinido.
El Ejército dijo entonces que había iniciado labores de búsqueda y rescate del soldado, que sólo concluirían hasta lograr su liberación.
El su comunicado la guerrilla destacó que la liberación de Becerra Ojeda “es un nuevo gesto de paz de las FARC, y al mismo tiempo un acto humanitario, considerando que el militar presenta heridas leves causadas durante el combate”.
“Respetar la vida de un combatiente que se captura durante la confrontación, al contrario de lo que afirma el Comando del Ejército Nacional, no es una violación al Derecho Internacional Humanitario, sino su debida aplicación al hacerlo sujeto de derechos”, añadió.
Tras gestiones de Cuba y Noruega, las FARC liberaron a fines de noviembre al general del Ejército Colombiano, Rubén Darío Alzate, y a otros cuatro cautivos -tres soldados y una mujer-, lo que despejó la vía para la reanudación de las negociaciones de paz, que las partes adelantan en La Habana desde noviembre de 2012, con el objetivo de acabar un conflicto armado de medio siglo que ha dejado unos 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.
La captura del general Alzate llevó al presidente Juan Manuel Santos a suspender el 16 de noviembre las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los diálogos de La Habana se desarrollan sin un cese del fuego bilateral en Colombia, pues la administración de Santos argumenta que la guerrilla lo usaría para fortalecerse militarmente.
Sin embargo, el pasado 20 de diciembre, las FARC iniciaron un alto unilateral de las hostilidades por tiempo indefinido, con veeduría internacional y condicionado a que las “estructuras guerrilleras” no sean “objeto de ataques por parte de la fuerza pública”.
En otro comunicado publicado este jueves, las FARC destacaron que su reclamo de verificación de la tregua responde a que “en las cuatro ocasiones anteriores que hemos decretado gestos similares (…) los enemigos de la reconciliación nacional han salido a descalificar nuestra conducta y a poner en duda nuestra voluntad de paz, acusándonos de faltar a la palabra empeñada”.
“Pese a la incomprensible reacción inicial del Presidente Santos, descartando la posibilidad de la verificación y argumentando el cumplimiento de la ley para mantener los operativos contra nuestras fuerzas, somos optimistas acerca de que la cordura y la razón terminarán por imponerse”, apuntaron.
Desde que comenzaron las conversaciones de paz, actualmente en receso, las partes han consensuado tres de los seis temas en agenda: reforma rural, participación política de la guerrilla y solución al problema de las drogas ilícitas.
Restan empero los asuntos más complejos, como la reparación de las víctimas -en discusión actualmente- y el abandono de las armas. Además, debe elegirse un mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.
Fuente:AFP / CB24