Estos últimos 5 años, Manuel Alcalá, dedicó su vida a buscar respuesta sobre el accidente de la avioneta propiedad de la empresa Transaven, siglas YV2081, tipo LET-410, desaparecida el 4 de enero de 2008, cuando cubría la ruta Maiquetía-Los Roques. Sus motivos eran claros: saber sobre el destino de su hija Patricia Alcalá y de su yerno de nacionalidad suiza, Alexander Nierman, quienes iban a bordo de la aeronave junto a otras 12 personas.
Por fin ayer recibió de manos de la Fiscal Luisa Ortega Díaz, las primeras pruebas que revelan de forma contundente su paradero.
Fotos realizadas por un torpedo AUV del buque oceanográfico estadounidense Sea Scout, precisan que la avioneta fue encontrada sobre un banco de arena a 975 metros de profundidad y a 10,2 millas de Los Roques.
«Es una sensación difícil de explicar. Por un lado la satisfacción de saber la verdad. De poder descartar las hipótesis sobre el secuestro, el rapto, la actuación de mafias. Pero muy triste, porque se confirma la pérdida de seres humanos: Y en mi caso la de mi hija y yerno. Hay dolor, rabia e impotencia. Pero también mayor tenacidad. No descansaré hasta que la aeronave sea sacada a flote y hasta que se sepan las verdaderas causas del accidente y los responsables sean castigados penalmente», explica Alcalá, quien acudió al encuentro con otros familiares de las víctimas y el abogado que lo representa, Javier Elechiguerra.
Además de Ortega Díaz, estuvieron representantes de las misiones diplomáticas de Suiza e Italia, pues las víctimas eran de estas nacionalidades y la localización es producto de un acuerdo realizado entre los gobiernos de Venezuela e Italia.
Alcalá reconoció la disposición del Estado venezolano para que esta respuesta fuese hallada. Lo mismo que los medios de comunicación, que no olvidaron el caso.
Autoridades aeronáuticas y el Ministerio Público indicaron que las coordinaciones para realizar el reflotamiento de la avioneta y, en consecuencia, rescatar los cuerpos de las víctimas, ya fue iniciado.
Fuente: EU