Las fallas de materias primas en las industrias fabricantes de papel higiénico, por el retraso en la liquidación de divisas, ponen en riesgo su operatividad y el abastecimiento de este producto y de los pañales para niños en el mercado, afirmaron trabajadores de Kimberly Clark y de Manufactura de Papel.
Advierten que la situación se agravó luego de que a finales de enero el Gobierno les informó a las empresas del sector de higiene personal y limpieza del hogar que no cuenta con divisas y que deben garantizarse esos recursos a través de las exportaciones.
Jesús Polanco, vocero sindical de los trabajadores de Kimberly Clark, indicó que esta industria produce 430.000 bultos de papel higiénico y 30 millones de pañales al mes, que representa 20% de la oferta comercial del mercado. Afirma que si no hay una respuesta del gobierno se agudizará más la escasez de estos productos, así como las toallas femeninas y servilletas de uso doméstico.
Polanco aseguró que Kimberly Clark opera a 70% de su capacidad. “Por falta de materia prima se ha tenido que importar insumos, para mantener los estándares de calidad que requieren estos artículos por tratarse de la higiene personal. Nos faltan fibra de algodón, poliéster y otros recursos que no se producen en Venezuela”, señaló.
Dijo que la empresa recibió en septiembre pasado 1 millón de dólares, sin embargo requiere de mucho más. “Por falta de divisas tenemos parada una línea de producción de pañales de mayor calidad. Si la producción sigue bajando, tendrán que prescindir de nosotros, porque sería insostenible económicamente”, indicó. “Manpa desde hace tres semanas no produce”, dijo un trabajador que solicitó el anonimato. Aseguró que no tienen inventario de materias primas y están muy preocupados por sus puestos de trabajo.
En los estantes
El papel higiénico y los pañales desechables para niños y adultos siguen siendo unos de los productos más demandados por los consumidores que hacen cola afuera de las cadenas de farmacias y de los supermercados.
El jueves pasado llegaron pañales a una farmacia en La Castellana y antes de descargar la mercancía ya los consumidores se formaban en fila afuera del establecimiento para adquirir los productos, lo que impide a los comercios colocar los productos en los anaqueles.
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