Falta de divisas condena a las ensambladoras a paralizarse

Falta de divisas condena a las ensambladoras a paralizarse

Freno en pago de los dólares compromete la producción del primer semestre

 

La industria automotriz sufre los rigores de la sequía de dólares. En 2013 los directivos de las ensambladoras advirtieron al Ejecutivo nacional y a diputados de la Asamblea Nacional el impacto que causaría el freno en la liquidación de los dólares, pero las autoridades desoyeron las voces de alarma y se concentraron en formular una Ley para regular los precios de los carros.

 

El decreto presidencial que fija las condiciones para la comercialización de los vehículos se promulgó en diciembre, pero la posibilidad de que las ensambladoras continúen produciendo está en entredicho.

 

Entre 2008 y 2013 el sector ha vivido una larga contracción que parece no detenerse. La producción del año pasado apenas llegó a 71.753 unidades, cifra sólo equiparable con los bajos resultados de 2003 -año post paro petrolero- o con los volúmenes que la industria tuvo en la década del 90. Pero las estimaciones para 2014 son peores.

 

En enero apenas se ensamblaron en el país 296 automóviles, cifra que representa un 84,78% menos que en el mismo lapso de 2013, de acuerdo a los datos de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez). En el caso de las ventas la caída fue a 87% al apenas comercializarse 722 autos nuevos.

 

La casi totalidad del ensamblaje del primer mes del año, unas 291 unidades, salieron de las líneas de producción de Toyota de Venezuela, compañía que ha anunciado a sus trabajadores que a partir del 13 de febrero se inicia una «parada indefinida de producción de planta» debido al «faltante de piezas». Será la segunda parada forzosa por el mismo motivo para la compañía en menos de tres meses. La anterior fue planificada entre el 28 de octubre y 11 de noviembre de 2013.

 

En el texto remitido a su personal el pasado 5 de febrero, Toyota reconoce estar sumergida en una «situación sumamente difícil» e indica que analizará propuestas para «garantizar la supervivencia de la empresa».

 

Faltan los dólares

 

La situación de la filial japonesa no es un caso aislado. De las seis automotrices restantes que están agrupadas en Cavenez, sólo Mack de Venezuela produjo cinco camiones en enero y las demás programaron el inicio de operaciones para febrero y, en algunos casos, ya tienen planificadas posibles paralizaciones para los próximos meses.

 

«Desde hace meses no podemos colocar pedidos y una vez consumidos los inventarios nos tendremos que parar», señaló una fuente ligada a una ensambladora. Detalló que desde agosto de 2013 Cadivi detuvo las liquidaciones de dólares, lo que ha impedido cancelar las importaciones a las casas matrices y cerró los créditos.

 

«¿Cómo voy a producir si no puedo pagarle al proveedor?», se interrogó la fuente consultada. Adicionalmente, indicó que el ministerio de Industrias no ha emitido el documento, conocido como MEIV, que permitiría nacionalizar la mercancía que esté en adunas o en tránsito hacia el país.

 

Recordó que por la dinámica de la industria automotriz el ensamblaje del primer semestre está prácticamente perdido, ya que si Cadivi liquida las divisas hoy y lograran ordenar mercancía a la casa matriz esa carga arribaría al país en un período de entre tres y cinco meses. «A nivel de pedidos deberíamos estar planificando el segundo semestre», agregó la fuente.

 

En una reunión celebrada el pasado jueves en el ministerio de Industrias, los representantes de Cavenez manifestaron que la deuda con las casas matrices es de 1,8 millardos de dólares, pero el viceministro de Industrias, Carlos Faría, señaló que aún no saben cuándo podrán cancelarla. «Ellos no tienen respuesta, sólo dicen que se está trabajando en opciones», dijo uno de los empresarios que asistió al encuentro.

 

Efecto cascada

 

La paralización generalizada de la industria automotriz tendrá varios efectos. Cifras de Cavenez señalan que las siete ensambladoras agrupan a 10 mil trabajadores directos y a unos 40 mil empleos indirectos.

 

La Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Autopartes y Conexos denunció esta semana en un comunicado de prensa que si las autoridades no reaccionan «nos espera un panorama poco alentador» y estará en juego «el sustento de miles de hogares venezolanos». Según los cálculos de esa plataforma sindical el total de personas afectadas sube a hasta 80 mil personas.

 

Entre los fabricantes de autopartes también hay temor. «La situación es muy complicada y hay empresas en una posición terrible. Están trabajando 2 ó 3 días a la semana y en otros casos han mandado a los trabajadores para sus casas», aseguró un empresario del sector. Los fabricantes de autopartes también solicitaron el pasado jueves en el ministerio de Industrias la cancelación de una deuda de 180 millones de dólares por importaciones no liquidadas de Cadivi.

 

Fuente: EU

Roberto Deniz

 rdeniz@eluniversal.com

 

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