Como ha pasado en varias entidades del país en los últimos días, Anzoátegui fue escenario ayer de dos manifestaciones por la escasez de alimentos. Una se realizó en Barcelona y la otra en Puerto Píritu. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Jesús Bermúdez / Marianela Guariguata
En la capital de Anzoátegui, habitantes de la urbanización Brisas del Mar, acudieron a la cámara municipal para mostrar su descontento, pues aseguran que existen preferencias en la distribución de alimentos que ejecuta el gobierno a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Mireya Martínez, vocera de uno de los consejos comunales que funcionan en esta comunidad, expresó que se presentaron en la sede del ente para plantearle el problema al edil y encargado del área de alimentación en el municipio Bolívar, Javier Gutiérrez.
Según explicó, la urbanización está dividida por varios sectores, de los cuales ocho (584 familias) ya fueron beneficiados con la venta de productos casa por casa y algunos hasta en dos oportunidades.
Pero Martínez denunció que cuatro sectores, que agrupan a 950 familias, aún no han recibido la bolsa por parte de los Clap. “Venimos a pedirle explicaciones al concejal. Hay preferencias en la distribución de alimentos”.
Señaló que en algunas zonas, entre ellas Hucha, los alimentos han sido desviados. Néstor Soto pidió a las autoridades que se organicen para que no exista corrupción en los Clap.
A las 10:00 am, los ánimos se caldearon porque llegó al ente un vehículo con bolsas que tenía alimentos, pero ellos no recibieron.
Disturbios en Peñalver
Ayer se registraron disturbios por alimentos en el bulevar Francisco de Miranda de Puerto Píritu, municipio Peñalver, específicamente frente a Automercados Víctor.
Tras el conocimiento de que descargarían harina precocida en ese establecimiento , cientos de personas se apostaron en el lugar a fin de poder comprar al menos dos kilos del producto.
La desesperación por adquirir el rubro llevó a muchos usuarios a permanecer en las colas y mantenerse pegados en las barandas de la entrada del comercio.
“Estamos llegando a un punto que no nos importa dar patadas y golpes para comprar comida. Mis hijos se mueren de hambre y por ellos hago lo que sea. Compré dos paquetes de harina aunque recibí varios golpes en la cara”, aseguró la joven Marielena Jiménez.
Después de los intentos por ingresar a la fuerza al establecimiento y enfrentamientos entre vecinos, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Policía Municipal de Peñalver (Polipeñalver) trataron de dispersar la multitud , por lo que los efectivos hicieron disparos de perdigones al aire.
La medida logró disolver la aglomeración. Aunque no hay cifras oficiales de heridos y detenidos, se conoció que al menos hubo dos presos preventivos, y unas cuatro personas resultaron lesionadas.
La Patilla