Yendri Sánchez, conocido por burlar la seguridad en varios eventos especiales, falleció la mañana de este domingo en su domicilio en Ciudad Ojeda. Fue condenado a 10 años de prisión por interrumpir el acto de juramentación del presidente Nicolás Maduro el 19 de abril del año 2013, pero luego, lo absolvieron tras un diagnóstico de trastorno bipolar y esquizofrenia.
Asimismo, buscó la manera de interrumpir varios actos importantes en Venezuela, no solo el de la juramentación del Presidente, sino también el acto de campaña del excandidato presidencial Henrique Capriles, en el estado Zulia, casualmente, ese mismo año.
En el acto de juramentación de Maduro, Sánchez le quitó el micrófono y gritó: “Nicolás me llamo Yendri, ayúdame por favor, Nicolás”. Sin embargo, nadie sabe cómo logró entrar al sitio con tanta seguridad…
Sánchez, era conocido por sus travesuras, estuvo presente en la Copa América donde abrazó a Leo Messi.
Según Panorama, Cuando Yendri era un adolescente comenzó una competencia ingenua con su primo Juan Salas: medir fuerzas sobre quién podía colearse más en eventos masivos. Juan lo apabulló al comienzo, hasta que Yendri lo sobrepasó con creces.
Hizo su “debut” interrumpiendo a Servando y Florentino, en Caracas. Luego, se montó en la pila 21 del Puente Sobre el Lago, por siete horas, recibiendo, del gobernador de turno, 10 mil bolívares, para ese entonces, tras pedirle ayuda.
Después, abrazó a Messi en la Copa América. Y le quitó la corona a Dayana Mendoza en el Miss Venezuela, haciéndose pasar por estilista de Miss Zulia.
En una presentación le arrebató la cadena a Chayanne, y dijo que la vendió en 25 mil bolívares y le sirvió para comprar un televisor de plasma, un DVD, una laptop, ropa, zapatos y comida. Tras un allanamiento del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) en su rancho, denunció que todas sus pertenencias compradas fueron robadas por los efectivos. Sánchez también logró filtrarse en los cierres de campaña de Manuel Rosales, y en un acto se acercó al presidente Hugo Chávez haciéndose pasar por un escolta.
Así es como logró ser reconocido por sus travesuras, pero en realidad tenía una grave enfermedad mental. Intentó suicidarse durante su detención prendiéndole fuego a su colchón y lanzándose sobre unas puertas de vidrio cuando fue al baño una vez. Se rompió parte del brazo. Un comisario le pagó las medicinas y la costura de 18 puntos de sutura de su brazo, y otro comisario le pagó tres sesiones de psiquiatría.
NAD
