Cinco gigantes tecnológicas, entre ellas Facebook y Google, acordaron en Nueva Zelanda un código de conducta, que entró en vigor este lunes, para tomar medidas contra la publicación de contenidos nocivos en sus plataformas. Algunos críticos señalan que es insuficiente.
Meta (Facebook e Instagram), Twitter, Google (YouTube), Tik Tok y Amazon (Twitch) se comprometieron a reducir los contenidos vinculados a la explotación. Así como el abuso sexual de menores, la intimidación o el ciberacoso, la incitación a la violencia o las publicaciones violentas.
Netsafe
Netsafe, una organización independiente sobre derechos de internet que elaboró el código de conducta, indicó en un comunicado que con esta autorregulación el público tendrá mayor poder. Los usuarios podrán quejarse a través de un mecanismo aún no establecido contra los contenidos nocivos.
El código también abre la puerta para que las multinacionales reciban sanciones por contravenir sus principios y obliga a estas empresas a publicar reportes anuales sobre los pasos adoptados para implementarlo.
«Los informes ofrecen a los consumidores la oportunidad de proteger sus intereses y al público de examinar las medidas que adopta una empresa si no cumple los compromisos que se le impone», señaló el director general de Netsafe, Brent Carey.
El directivo de Netsafe remarcó que este conjunto de reglas supone el camino más rápido para reducir los contenidos nocivos. Mientras el Ministerio del Interior de Nueva Zelanda aún podría demorarse un año en su revisión de la legislación para regular las publicaciones en las redes sociales.
Un débil intento
El código, elaborado tras diez semanas de consultas con representantes del sector civil, gubernamental y del público, se inspiró en los principios de seguridad digital que se implementan tanto en Nueva Zelanda como en Australia y la Unión Europea. Pero la creación de este código suscitó las críticas de varios grupos digitales, como TohatohaNZ o InternetNZ, al considerar que falta un compromiso significativo por parte de las multinacionales.
«En nuestra opinión, se trata de un débil intento de adelantarse a la regulación, en Nueva Zelanda y en el extranjero, promoviendo un modelo dirigido por la industria que evita el verdadero cambio y la verdadera responsabilidad necesaria», dijo Mandy Henk, directora ejecutiva de Tohatoha, en declaraciones al portal de noticias Stuff.
El gobierno de la primera ministra Jacinda Ardern impulsó una iniciativa internacional denominada «El llamado de Christchurch» para regular los contenidos de odio en las redes sociales después del ataque supremacista perpetrado en marzo de 2019 contra dos mezquitas en su país. En el ataque murieron 51 personas y 49 resultaron heridas. El autor del ataque retransmitió parcialmente la masacre en directo a través de Facebook.
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