De acuerdo con el manual DSM-5, de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, un hombre sufre de eyaculación precoz cuando lo hace entre 30 y 60 segundos luego de haber penetrado la vagina.
Sí, si no están en ese rango ni se preocupen, acuérdense que ya hablamos sobre que todas las vaginas son precoces. De hecho, algunos sexólogos consideran que los criterios con que se mide si un varón es eyaculador precoz o no, son muy pobres.
Incluso hay quienes opinan que los movimientos coitales no son determinantes en el orgasmo femenino. Es decir, no importa las embestidas que tengas, el 87 por ciento llega al éxtasis gracias a la estimulación del clítoris.
Sin embargo, hay algo que resulta concluyente para reconocer este problema, tú mismo. ¿Puedes identificar las señales de que la eyaculación es inminente y no tienes ningún control sobre ella? Si la respuesta es sí, sufres el mismo mal que millones de hombres en el mundo.
Pese al ocultamiento, la eyaculación precoz ocupa el primer puesto en el ranking de disfunciones sexuales masculinas más frecuentes, por delante de las dificultades en la erección o la falta de deseo.
Los estudios sitúan entre un 20 y un 30 por ciento el porcentaje de hombres que padecen este inconveniente en algún momento de sus vidas.
Buenas noticias: la combinación personalizada de terapia sexual y psicológica, ciertos medicamentos e incluso la fisioterapia ayudan a solucionar esta disfunción.
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