Durante su detención, la expresidenta interina sufrió varios problemas de salud como una crisis por hipertensión arterial, depresión y en una ocasión se autolesionó un brazo
Carolina Ribera (c), hija de la expresidenta Jeanine Áñez, realiza una conferencia de prensa en las puertas del Centro Penitenciario Femenino de Miraflores. Foto: EFE
La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez se declaró este miércoles en huelga de hambre antes del inicio del juicio en su contra por el caso llamado «golpe de Estado II» por el que se le acusa de las acciones que la llevaron a la Presidencia del país durante la crisis política de 2019.
Tomo una de las decisiones más duras de mi vida, hoy ingreso en huelga de hambre, estoy desesperada de ver un país sin justicia ni ley, señala Áñez en un fragmento de una carta manuscrita que leyó su hija Carolina Ribera en las puertas del penal en La Paz, donde está recluida hace 11 meses.
El juicio en contra de la expresidenta interina está previsto que se inicie este jueves.
Expresidenta Áñez en huelga de hambre
En la misiva la exjefa de Estado confía en que su acción «podrá ayudar a que la comunidad internacional entienda que en Bolivia la justicia es de Evo Morales y de Luis Arce» y que «sus últimas fuerzas» están orientadas a «demostrar» lo que sucedió hace más de dos años.
Añez se refiere al exmandatario Morales y al presidente Arce como «machos del poder» y sostiene que «no podrán borrar de la historia de que cometieron fraude (electoral), fueron encontrados y renunciaron (a sus cargos) escapando del país».
La crisis política y social de 2019 se desató luego de las observaciones a los resultados de las anuladas elecciones de ese año que daban a Morales el derecho a un cuarto mandato consecutivo y la renuncia del entonces mandatario, quien denunció ser víctima de un golpe de Estado.
Después de leer el texto, Ribera manifestó que la medida que ha tomado su madre se debe a la «desesperación por tener justicia» y que está «muy preocupada» por las consecuencias que esa decisión tenga en la salud de la expresidenta interina.
Durante su detención, Áñez sufrió varios problemas de salud como una crisis por hipertensión arterial, depresión y en una ocasión se autolesionó el brazo manifestando que ya no quería vivir.
Inicio del juicio
Este jueves está previsto que se instale en La Paz la primera audiencia del juicio del caso «golpe de Estado II, un proceso en el que se acusa a Áñez por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución por acciones que tomó cuando era segunda vicepresidenta del Senado.
Según el oficialismo del país, Áñez vulneró los reglamentos del Senado y la Cámara de Diputados para ponerse en sucesión constitucional y asumir la Presidencia tras la renuncia de Morales y otros altos cargos del Ejecutivo y el Legislativo que eran del Movimiento al Socialismo (MAS).
Ribera consideró que esta acusación es porque desde el Gobierno «quieren tapar la verdad» y están «inventándose» un golpe de Estado que nunca existió, puesto que en 2019 «había un vacío de poder» y que encarcelaron a su madre «por hacer su deber» cuando fue legisladora.
La hija de la exjefa de Estado interina también manifestó que el juicio que comienza «es totalmente ilegal» ya que se desarrollará de forma virtual cuando «debe ser presencial y debe ser público», algo que según dijo es para «callar la verdad» y que Áñez «no pueda ser escuchada».
La expresidenta interina fue detenida preventivamente en marzo del año pasado en el caso llamado «golpe de Estado I» con cargos de sedición, terrorismo, y conspiración, un proceso que inicialmente fijó una detención de cuatro meses y luego de seis.
Luego se abrió otro caso, «golpe de Estado II», por el que se amplió ese plazo a seis meses más con acusaciones de incumplimiento de deberes y resoluciones contra la Constitución, que es por el que será juzgada.
EFE