El portal EcoWatch explicó varias razones por las cuales debe evitarse el uso cotidiano de los populares geles antibacteriales.
El epidemiólogo Allison Aiello declaró a la revistaScientific American que, cuando las bacterias se exponen en exceso a determinado ingrediente, estas pueden mutar hasta convertirse en inmunes a este tipo de productos, al igual que cuando se hace referencia al uso excesivo de antibióticos y la mutación de los virus.
El ingrediente activo de estos geles es el triclosán, un ingrediente que, según una investigación realizada para la revista Smithsonian, dificulta las contracciones musculares a nivel celular con tan solo una pequeña dosis.
Por otro lado, el Journal of Allergy and Clinical Immunology publicó un estudio que promueve la teoría sobre que la búsqueda de los ambientes y objetos asépticos perjudican el desarrollo de nuestro sistema inmune, atribuyendo al triclosán una de las causas. La presencia de este ingrediente en algunos jabones, desodorantes y cremas dentífricas, genera mutaciones que aumentan el riesgo de alergias.
Ecowatch reseñó también que, al enjuagar el antibacterial de las manos, este no desaparece del agua que viaja por la cañería, pues estos productos químicos no se eliminan por completo durante los procesos de tratamiento de aguas residuales.
Cabe acotar que lo más preocupante es que el triclosán y el triclocarbán, ambos presente en los geles antibacteriales, al usarse continuamente tienen efectos cancerígenos.
Un estudio publicado en el Oxford Journal of Infectious Diseaseseñala que no hay “ninguna diferencia significativa” entre el jabón y el antibacterial a la hora de la prevención de enfermedades infecciosas, ya que que la mayoría de enfermedades son causadas por virus y no por bacterias.
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