Expertos internacionales llegaron este miércoles a Trinidad y Tobago para ayudar a retirar los restos del barco que naufragó en aguas del país provocando un importante derrame de petróleo.
Las empresas estadounidenses T&T Salvage, con sede en Texas, y QT Environmental, de Minesota, trabajarán con funcionarios locales para limpiar el vertido que está contaminando aguas y playas en la isla de Tobago, dijo el Departamento de Energía local.
El derrame ocurrió hace dos semanas, lo que llevó al Gobierno trinitense a declarar una emergencia nacional y prohibir el acceso a ciertas playas y áreas marítimas.
Se espera que los buzos encuentren y tapen las fugas en el barco hundido, Gulfstream, mientras que las tripulaciones despliegan un sistema submarino de detección de petróleo.
Una investigación preliminar reveló que el barco accidentado había salido de Panamá y estaba siendo remolcado a Guyana cuando comenzó a hundirse frente a la costa de Trinidad y Tobago.
Al momento se desconoce la identidad del remolcador y del propietario de la embarcación, por lo que organizaciones como Pescadores y Amigos del Mar cuestionan quién pagará los costos de limpieza y compensará a los pescadores cuyo medio de vida y equipos se han visto gravemente afectados por el derrame.
«Buscaremos incansablemente descubrir quiénes son los responsables y les haremos responsables de todo aquello por lo que deben indemnizarnos», aseveró por su parte hace unos días el primer ministro, Keith Rowley.
Las autoridades están analizando el tipo de sustancia aceitosa que continúa goteando de la embarcación, que es poco refinada, parecida al diésel, para dar con su planta de origen y obtener así más datos de la nave y su propietario.
EFE