El economista y profesor del IESA, Pedro Palma, explicó que 2021 fue un año difícil porque el sector público volvió a contraer el PIB, además de la caída acumulada desde 2013.
El profesor destacó que actualmente Venezuela está produciendo el 20% de lo que se producía hace 8 años, y que en 2022 podemos esperar un crecimiento marginal, no superior al 6% o 7%. Pero advirtió que se necesitarán muchos años para estar en los niveles de 2013.
A pesar de que se detenga el proceso hiperinflacionario, el país seguirá con un porcentaje de inflación muy alto, cercano al 900%, lo cual considera «sumamente dramático».
Palma señala que aunque 2021 no es tan negativo en términos económicos, igualmente se castiga a gran parte de la población.
«Han crecido algunas actividades de la economía, e industrias como las de cuidado personal, consumo masivo e informática, con respecto a 2020, pero de carácter no globalizado», apuntó.
El economista prevé que en 2022 continuará la pobreza generalizada. «Las posibilidades de que la población vea una sustancial mejora es muy poco cierta, este crecimiento que se está viviendo es de tipo burbuja, focalizado en Caracas, en el interior la situación es más adversa», destaca.
Sobre la producción petrolera, señala que seguirá siendo una fuente de ingreso importante durante muchos años, «lo que no veo es que Venezuela vuelva a ser dependiente de la renta petrolera, en el corto y mediano plazo está descartado, puede ser que hayan mecanismos de incentivo para inversiones extranjeras, las cuales son necesarias para recuperar la actividad económica, porque el sector publico no tendrá recursos para recuperar la industria y recuperar la producción de barriles», afirmó.
El profesor Palma señaló en entrevista para Circuito Éxitos que, se necesita seguridad jurídica, Estado de Derecho y que los inversionistas sientan que no van a ser victimas de expropiaciones.
También considera indispensable que cambien las condiciones externas, porque las sanciones han impedido que se tenga acceso al mercado petrolero estadounidense, y que algunas compañías que realizan actividades en EEUU, se vean afectadas si hacen negocios con Venezuela.
Fuente: Banca y Negocio