Lo hemos visto en el cine y leído en la literatura, amores que parecen eternos a pesar del tiempo, la oposición familiar u otros obstáculos. Aplicado al mundo real, lo cierto es que, al mirar atrás, también nosotros creemos conservar tan sólo un gran amor en nuestra vida aún cuando hemos pasado por varias parejas…
¿Acaso existe sólo uno o varios amores en nuestra vida?
«El amor de mi vida»
Antes de definir al «amor de nuestra vida» es importante que sepamos qué es el amor verdadero. Muchos lo atribuyen a la perfecta armonía entre respeto, comunicación, bienestar y sexo; otros, a un romance intenso y pasional en el que todas las promesas y sueños incumplidos tienen cabida.
Muchas veces necesitamos darle ese toque de tragedia o fatalidad a ciertas relaciones pasadas, una herencia que nos llega directamente del cine o la literatura romántica y, aunque realmente no seamos lo suficiente melodramáticos como para aplicarlo al mundo real, nos gusta creerlo así.
Por último, muchos consideran que el amor verdadero es aquel que, lejos de sensaciones superfluas, nos permite entregarnos totalmente e, incluso, olvidarnos de nosotros mismos. Este autor, al menos, está de parte de esta última premisa.
Tiempos de varias parejas
Partiendo de la base de que el hombre es polígamo por naturaleza, no es de extrañar que, en estos tiempos, tengamos más de una pareja (en concreto, los expertos aseguran que tenemos una media de tres), una tendencia basada en la libertad económica, social y personal que experimentamos desde hace varias décadas.
Sin embargo, muchas de estas relaciones comienzan o terminan por motivos que nada tienen que ver con el amor: los celos, la posesión o el aburrimiento. Posiblemente, ante de todo eso, hubo amor del bueno, aquel en el que nos llegamos a olvidar de nosotros, con el tuvimos una química muy potente y, además, muchas cosas en común. Básicamente, lo más cercano a nuestra media naranja.
Muchos dirán que el amor de su vida es aquel que no pudo tener, con el que mantuvo buen sexo y muchas expectativas para, después, marcharse. Posiblemente esta certeza llegue debido al hecho de que lo imposible siempre nos parece más eterno e intenso. Conservamos en nuestros corazones la duda acerca de ¿Qué habría pasado si…? o Lo dejé escapar y no volverá… Sin embargo, ¿acaso aquella persona dio pie a que experimentásemos nuevas y mejores emociones?
El verdadero amor
Puede que, en la vida, tengamos más de un amor, pero este solo será como tal si realmente nos hemos entregado, si hemos disfrutado y hemos asumido todos los obstáculos por motivos que nada tienen que ver con la obligación, sino con nuestra empatía hacia esa persona. Lo que sí condiciona a que haya uno más que varios amores es el hecho de que un estado tan virtuoso no se alcanza fácilmente con cualquier pareja y, además, depende de un cierto grado de madurez.
De nosotros depende apreciar el verdadero amor, y si bien aquellos fantasiosos aún prefieren conservar aquel amor imposible, otros muchos tendrán la certeza de que, efectivamente, en algún momento todo fue perfecto o, incluso, que aún sigue siéndolo.
Saber si existen uno o varios amores en nuestra vida depende del punto de vista de cada uno, tanto de aquellas personas más maduras que aceptan el amor como un modo de dar y sentir, frente a aquellas que conciben el amor verdadero como aquel que más costó vivir o llevar a cabo. La vida es larga y corta al mismo tiempo, las personas van y vienen, nosotros cambiamos y la media naranja no es tal y como nos dijeron de pequeños, pero seguramente existen muchas personas que, en algún lugar o momento, supieron que estaban ahí, que lo habían encontrado.
Fuente: iMujer