Numerosos cuentos nórdicos mencionan este gran remolino marino capaz de tragarse cualquier nave.
En su Carta marina, impresa en 1539, el eclesiástico sueco Olaus Magnus incluye un remolino situado frente a las costas del norte de Europa que supuestamente engullía las embarcaciones que atrapaba. Algunos antiguos mitos nórdicos citan este fenómeno, que aparece mencionado en varias composiciones poéticas medievales. La leyenda, sin embargo, podría hacer referencia a unas corrientes de marea situadas entre el golfo de Corryvreckan, en Escocia, y las islas Lofoten, en Noruega. Precisamente, cerca de ellas, en el estrecho de Moskstraumen, se encuentra la más famosa, descrita por el escritor Edgar Allan Poe en su obra Un descenso al Maelstrom.
En general, estas estructuras se forman cuando convergen fuertes corrientes, y sus efectos resultan más notables si esto se produce en estuarios y canales. La mayor, denominada Saltstraumen, puede verse cerca de la ciudad noruega de Bodø: 400 millones de metros cúbicos de agua pasan a casi 40 km/h a través de un canal de 150 metros cada 6 horas, lo que origina espirales de 10 metros de diámetro y 5 de profundidad.
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