Las relaciones entre los animales tienen un significado evolutivo. Lo que nosotros entenderíamos como vínculos afectivos, manifestación de simpatía, de amor o de amistad se conoce en el estudio del comportamiento animal como conductas afiliativas, que son las interacciones sociales de naturaleza positiva que sirven para mantener la cohesión del grupo lo que de alguna manera garantiza la permanencia de los genes de este grupo animal en el tiempo.
Sin embargo, también se conoce que una vez establecido el vínculo entre dos perros, más que todo entre perros que viven juntos, se crea cierta dependencia emocional, tanto así, que en situaciones de estrés los perros buscan aproximarse a aquel al cual están vinculados; igualmente en el caso de separación de su compañero, bien sea de forma permanente o temporal, pueden sufrir de trastornos de ansiedad y depresión. Esto es una pequeña muestra de la cual podemos afirmar que los perros son capaces de sentir y expresar emociones.
AMOR A PRIMERA VISTA…
La comunicación visual es especialmente importante en el perro. Según la postura que adopte, envía un mensaje de dominancia o sumisión. La de un perro dominante es cola levantada, orejas erguidas y extremidades extendidas.
La postura de un subordinado en presencia de un dominante, es cola hacia abajo, orejas dispuestas hacia atrás y posición agachada. El dominante, después de la sumisión del dominado, realiza una serie de actos de apaciguamiento y comienza entonces la amistad, una vez establecida la jerarquía. Para que esto ocurra, es necesario que se produzca un pequeño altercado el cual define la nueva relación. En el perro la conducta social positiva más común, es la postura de juego, consiste en mantener la parte anterior del cuerpo y las patas delanteras pegadas al suelo.
EU
Por Confirmado: Oriana Campos
