La exesposa de Nelson Mandela, Winnie Madikizela-Mandela, pidió prudencia a los medios de comunicación en su cobertura de la hospitalización del expresidente sudafricano, que hoy cumple una semana en estado crítico.
Winnie, que habló públicamente con los medios anoche por primera vez desde el ingreso de Mandela el pasado 8 de junio, urgió a los periodistas a que no hablen del expresidente sudafricano en tiempo pasado, según la emisora local EyeWitnessNews.
“Son ese tipo de cosas que hacen que algunos de mis hijos y mis nietos lo pasen mal”, afirmó Winnie a las puertas de la que fue la vivienda de Mandela en el gueto negro de Soweto, en el suroeste de Johannesburgo, ahora convertida en museo.
Winnie, que estuvo casada con Mandela durante 38 años, afirmó que los medios se dejaban llevar por la situación en su cobertura de la hospitalización del estadista sudafricano, pero aseguró que la familia les está agradecidos por informar al país y al mundo sobre su estado de salud.
Asimismo, declaró que la familia de Mandela estaba abrumada con todo el apoyo que han recibido del público.
Las declaraciones de Winnie se producen un día después de que la hija mayor de Mandela, Makaziwe Mandela, calificara en una entrevista con la televisión estatal sudafricana a los medios de comunicación internacional de “buitres”.
“De verdad, son como buitres esperando a que el león se acabe de comer el búfalo, a hacerse con lo que queda del cadáver. Esa es la imagen que tenemos como familia”, aseguró Makaziwe en relación a la prensa internacional que se ha instalado frente a las puertas del hospital en el que permanece Mandela.
Winnie Madikizela-Mandela afirmó ayer que Mandela había experimentado una “gran mejoría”, aunque su pronóstico sigue siendo crítico.
“Ha habido una gran mejoría respecto a hace unos días, pero sigue estando clínicamente mal”, dijo a los reporteros.
Esa información se divulgó después de que el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunciara el pasado jueves que el estado de Madiba -como se conoce a Mandela en su país- volvía a “estable”, tras haber pasado el miércoles una “buena noche”.
Figura controvertida y destacada de los tiempos de lucha contra el régimen racista del “apartheid”, Winnie Mandela volvió a visitar ayer al que fuera su esposo en el hospital.
Winnie ha acudido casi a diario a la clínica desde que Mandela fuera hospitalizado en estado grave por problemas respiratorios el pasado 8 de junio.
Al lado de Mandela permanece desde entonces su actual esposa, la mozambiqueña Graça Machel, que no se ha separado de su marido en los más de veinte días que lleva en un hospital de Pretoria.
Desde el pasado diciembre, Madiba ha sido hospitalizado hasta en cuatro ocasiones.
El primer presidente negro de Sudáfrica contrajo los problemas respiratorios que sufre de forma recurrente en las cárceles del “apartheid”, en las que pasó 27 años de sus casi siete décadas de lucha contra el racismo institucionalizado. EFE