Gripes, resfriados, virus y demás malestares nos están afectando más que nunca, y han venido para quedarse. A día de hoy, la que no haya cogido aún un resfriado es toda una heroína, pero ahora empieza uno de los momentos más críticos: se acerca la llegada de la primavera, y con ella los cambios bruscos de tiempo.
Si eres de las que cada año se coge dos o tres gripazos seguro que ya habrás probado mil y un remedios caseros, homeopáticos y médicos para deshacerte de ellos, la tarea más complicada, ya que son súper resistentes.
Por ese motivo, el mejor remedio es prevenir el resfriado antes de cogerlo, y pensarás ¡Eso es imposible! Técnicamente no, ya que está demostrado que con unos pequeños truquillos puedes fortalecer tu sistema inmunológico, de manera que sea mucho más difícil que los temidos virus entren en tu organismo.
Aquí va nuestra selección de estrategias anti-resfriados ¡Aplícalas y notarás la diferencia!
¡Duerme bien! El sueño está relacionado con casi todo lo que sucede en tu organismo. Ya sabemos que es mucho fácil recomendar dormir 8 horas que hacerlo, pero ¡se puede conseguir! Varios estudios han demostrado que dormir poco merma la capacidad de las células del organismo para luchar contra el resfriado y la gripe.
Súmate a la revolución verde: No, no es el nuevo movimiento de Green Peace, es nuestra modesta campaña para animaros a comer más frutas y verduras, ya que contienen un alto contenido de antioxidantes. Estos antioxidantes son esenciales para activar e impulsar el funcionamiento de las células, además minimizan el estrés al que está sometido el sistema inmunológico, lo que le hará mucho más fácil luchar contra las infecciones.
¡Más setas, por favor! Si te gustan estás de enhorabuena, y es que este alimento tiene un enorme poder para potenciar tu sistema inmunológico. Los chinos fueron los primeros en empezar a usar las setas, en concreto las shitake, en su ancestral medicina. Si te habitúas a las setas como un alimento básico en tu dieta, a largo plazo, notarás los resultados.
Relax, di adiós al estrés. Lo habrás oído más de un millón de veces, pero como es muy importante lo repetimos una vez más: estar sometido a estrés durante largos periodos libera una enorme cantidad de hormonas que afectan negativamente a la producción de glóbulos blancos, fundamentales en la lucha contra virus e infecciones.
¡Mantente siempre hidratada! No sólo hablamos de agua, hablamos de cualquier tipo de líquido como las sopas, tés, y demás líquidos calientes que ayudan a reducir la mucosidad y el dolor de garganta.
Fuente: Womens Health