Los científicos todavía están en el proceso de descubrir exactamente cómo funciona lainflamación crónica, pero esto es lo que saben hasta ahora: todo comienza con el sistema inmunológico, la primera línea de defensa del cuerpo contra cualquier tipo de daño.
Un sistema inmunológico confundido
Cuando estás lesionada o enferma, la médula ósea libera células blancas en la sangre para erradicar la infección y poner en marcha el proceso de curación. A veces, sin embargo, el sistema inmunológico envía una señal de socorro equivocada y despliega una brigada de primeros auxilios innecesaria. Y células blancas en la sangre siguen circulando como si tu cuerpo estuviera realmente bajo ataque, pero sin una infección que combatir, por lo que terminan simplemente dando vueltas, a menudo durante mucho, mucho tiempo.
El problema es que tu cuerpo no está diseñado para dar cabida a este tipo de actividad inmune sin sentido, y finalmente estas células blancas pueden empezar a dañar tus órganos internos. Pueden también innecesariamente atacar otras células que el cuerpo utiliza rutinariamente para luchar contra la enfermedad, dejando la puerta abierta para enfermedades como el cáncer.
Afortunadamente, puedes hacer algo para prevenir y eliminar la inflamación crónica. Sigue leyendo para descubrir cómo evitar estos peligrosos disparadores de la inflamación crónica.
Exceso de peso
Tiene sentido: cuando subes de peso, las células de grasa comienzan a acumularse. Confundido por el estrés adicional, tu cuerpo envía una señal de auxilio a tu sistema inmunológico. Y así ciertas células blancas responden a la alarma, corriendo a inflamar a las células que pedían ayuda. Con el tiempo la inflamación puede hacer fallar a las células sanas resistentes a la insulina (la hormona que regula el azúcar en la sangre), que a su vez puede conducir a la diabetes.
Por lo tanto, cada vez que comes una gran cantidad de grasas saturadas y trans, lo que básicamente estás haciendo es redoblar tu riesgo de inflamación. Y no solo eso; los alimentos que vierten rápidamente un exceso de azúcar en el torrente sanguíneo también pueden desencadenar la inflamación.
Ansiedad y estrés
La ansiedad y el estrés han sido recientemente vinculados con mayores niveles de inflamación. La actividad inflamatoria generalmente aumenta bajo estrés porque las partes de tu cerebro involucradas en la detección del dolor también son activadas por el estrés social. Otros estudios recientes muestran que algunas personas que sufren de ansiedad a largo plazo o depresión también experimentan picos regulares de inflamación.
Respirar aire contaminado
¿Odias el smog? Tu sistema inmunológico también. De acuerdo a estudios recientes, vivir en áreas con aire contaminado te hace más propensa a desarrollar diabetes, probablemente debido a que la contaminación del aire puede aumentar la inflamación, y por lo tanto contribuir a la resistencia a la insulina.
Pero mucho peor que el aire en donde vives es el cigarrillo. Este ocasiona daños en los pulmones y el sistema inmunológico se apresura a repararlos. A menudo, sin embargo, lo hace en exceso y, en lugar de curarte, las células blancas terminan atacándote de forma que eventualmente puede conducir a una enfermedad pulmonar.
Como ves, no es tan difícil evitar estos peligrosos disparadores de la inflamación crónica, y al hacerlo puedes prevenir muchas enfermedades. También puedes ayudar a tu cuerpo consumiendo estos alimentos para calmar inflamaciones de forma natural.
iMujer
