Bancos extranjeros estarán obligados a entregar constantemente información detallada acerca de los depósitos de clientes
Washington ha tenido que enfrentarse a la hostilidad de la industria bancaria
Estados Unidos podrá usar a partir del martes un inédito arsenal legislativo contra la evasión fiscal que le permita forzar el secreto bancario en las grandes plazas financieras mundiales, como Suiza o Luxemburgo.
«Es el terremoto que hace caer la represa», afirma a la AFP Pascal Saint-Amans, jefe de la unidad de lucha contra los paraísos fiscales en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El sismo se resume en un acrónimo, FATCA, nombre de la ley que entrará en vigor en Estados Unidos tras largas negociaciones y numerosos escándalos de evasión fiscal que implican a bancos suizos (UBS, Credit Suisse…) y sus ricos clientes estadounidenses.
Bajo esta regulación, decenas de miles de bancos extranjeros estarán obligados a entregar constantemente información detallada acerca de los depósitos de los clientes de estadounidenses o sujetos de ser gravados por Estados Unidos.
Así, los bancos extranjeros tendrán la tarea de identificar qué clientes están sujetos a este reglamento y deberán asegurarse de que tienen la capacidad operativa para satisfacer las demandas de Washington.
Si no respetan esta obligación, destinada a las cuentas superiores a 50.000 dólares, se exponen a una sanción: una retención de 30% sobre los ingresos brutos percibidos por sus actividades en Estados Unidos.
«Es el arma atómica», comentó Saint-Amans.
Más de 77.000 bancos en todo el mundo se mostraron dispuestos a colaborar con Estados Unidos para curar en salud su relación con la economía más grande del mundo.
Y para consolidar el dispositivo, Washington obtuvo el compromiso de más de 70 países para hacer respetar la ley FATCA.
Fuente: Emen