Según un informe de International Crisis Group, la situación es resultado de malas decisiones políticas, incompetencia y corrupción.
Venezuela podría estar encaminándose hacia una grave crisis humanitaria. Así lo constató la organización International Crisis Group (ICG) en su informe número 33 titulado “Venezuela: un desastre evitable”.
“El descenso pronunciado de los ingresos reales, la marcada escasez de alimentos básicos, medicamentos y otros productos básicos, junto con el colapso de los servicios sanitarios, son elementos de un problema social inminente”, aseguró el ICG en su informe y advierte que si “no se aborda rápidamente de forma contundente, se convertirá en una grave crisis humanitaria, con un impacto sísmico en la política y la sociedad”.
La situación, sostuvo, es resultado de malas decisiones políticas, incompetencia y corrupción. “El deterioro acelerado de la crisis política en Venezuela es motivo de creciente preocupación. El colapso en 2014 del incipiente diálogo entre el gobierno y la oposición abrió la puerta a una inestabilidad que ha ido en aumento”, destacó. Así, ante las elecciones legislativas del 6 de diciembre, existe temor de que se reanude la violencia.
Crisis en la salud
La organización también denunció una grave crisis sanitaria debido al déficit hospitalario y a que las personas que sufren cáncer, sida o enfermedades cardiovasculares pueden estar meses sin tener acceso a medicamentos que necesitan para sobrevivir.
La escasez de medicamento en Caracas llega al 60%, mientras que en el interior del país esa cifra llega al 70%. Por esto, los enfermos de cáncer, VIH y hemofilia viven una situación desesperada.
“La crisis hospitalaria se ha visto agravada porque el gobierno ha incumplido sus promesas de construir nuevas instalaciones. Miles de médicos y otros profesionales sanitarios han renunciado debido a los bajos salarios y las condiciones”, sostuvo el informe. Se estima que al menos 10 mil médicos han emigrado del país desde 2002.
Las listas de espera quirúrgica son cada vez más largas, y no se logran cubrir los puestos de trabajo.
El pronóstico de la situación del sistema de salud no es favorable ya que, sostuvo el documento, puede tener efectos negativos a corto plazo como “la propagación descontrolada de enfermedades contagiosas y miles de muertes evitables”.
El ICG también alertó sobre un alza en la mortalidad materna desde 92 por cada 100 mil nacimientos, en 2012, a 110 por cada mil al año siguiente, uno de los índices más altos de la región.
Por otra parte el informe advirtió sobre la grave situación económica a la que Venezuela se enfrenta. Tiene la inflación más alta del mundo (de al menos 100% anual) y sufrirá, según los pronósticos, una caída del 7% de su PIB en 2015.
El ICG también aseguró que la producción de bienes y servicios del país latinoamericano seguirá estando muy afectada debido a la expropiación de tierras y empresas privadas, duros controles de precios y cambios y un mal manejo de las empresas estatales, que a menudo son gestionadas de forma corrupta.
“Tras haber contraído enormes deudas, prácticamente haber agotado sus reservas internacionales y vaciado el fondo de estabilización constituido para afrontar tales eventualidades, el gobierno enfrenta una grave escasez de divisas y ya no puede permitirse compensar las carencias de la producción nacional mediante importaciones”, afirmó el documento.
Por estas razones, algunos economistas citados en el informe, pronostican un súbito colapso del consumo y hambre generalizada. “La mayoría de los especialistas dicen que el país no está al borde de la hambruna. Una consecuencia más probable es la desnutrición crónica, cuyos efectos ya se vislumbran”, aseguró.
Fuente: Agencia