Miles de venezolanos que han decidido en los últimos años salir a estudiar fuera de las fronteras, en estos momentos están pasando situaciones graves por la falta de liquidez de divisas por parte de los entes encargados de administrar los dólares al precio oficial.
Muchos jóvenes han tenido que tomar la decisión de limpiar casas y hasta han llegado al punto de tener que dormir en las calles por la falta de dinero.
En la sede Cencoex, ente encargado de administrar las divisas desde hace cuatro meses, aun se ven los logos de logos de Cadivi, incluso ingresando a la página web de la entidad se observa el membrete de Cadivi.
Colas por los dólares
“¿Cadivi está diciendo que el Banco Central de Venezuela ya no tiene divisas?, ¿Es que estamos quebrados?”, se pregunta una persona que está realizando tramites a su hijo que reside en España por estudiar Arquitectura.
Esa es alguna de las respuestas con las que son recibidas las personas que buscan una solución en la oficina de Cadivi, molestos porque hace un año los trámites para solventar la situación de las divisas solo duraba una semana.
Quienes están en el exterior denuncian, que después de haber estado tres meses fuera del país deben pedir y recibir su remesa complementaria por al me-nos 6 meses más para sus gastos de manutención, pero el sistema se tarda hasta cuatro meses en aprobar la solicitud. Después de esa espera el Banco Central de Venezuela solo liquida los dos meses que aún faltan por transcurrir dejando en mora los otros 120 días en el que no llegó la manutención al venezolano. Sin embargo, en el portal web de Cadivi asegura que los seis meses fueron otorgados al ciudadano. Los usuarios se preguntan dónde quedaron los cuatro meses que jamás se les liquidó.
Otra de las dificultades que presentan los venezolanos que decidieron hacer estudios en otros países es que cada vez que deben enviar los papeles a Venezuela para solicitar las remesas se les exige que los documentos de las universidades extranjeras deben estar apostilladas por el país en el que se encuentran para demostrar por segunda vez la legalidad de los documentos, a su vez, deben pedir una carta de residencia en ese país. Los costos por ese trámite oscilan entre 100 y 200 euros para pagar el courier en el país y luego enviarlo a Venezuela. Ese dinero sale de los 1.300 euros que asigna Cadivi al mes para que el venezolano pague alquiler de habitación, pasajes y comidas. Sin embargo, hay venezolanos como Patricia Sulbarán que está en España desde hace un año haciendo una maestría en Estudios del Discurso y nunca le ha faltado una remesa. Ahora espera respuestas de una solicitud que realizó en julio.
Mientras tanto en la cola de Cadivi la gente se pregunta por qué deben pedir permiso para usar su dinero, pero ese cuestionamiento no lo responden los 15 operadores.
DIARIO 2001