Estudiantes, que realizan ayuno ante la sede la Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) para exigir que sean escuchados por el Vaticano y organismos Internacionales, decidieron radicalizar la protesta este lunes ante ausencia de respuesta.
Al haber culminado el plazo otorgado de 48 horas, los jóvenes aumentarán el número de penitentes y también realizarán el ayuno frente a la Nunciatura Apostólica.
Los manifestantes exigen que los representantes del Vaticano que aceptaron el llamado de diálogo con el Gobierno se presenten en su campamento para escuchar «la realidad que enfrenta la disidencia a nivel nacional».
Según Gerardo Carrero, coordinador Nacional de Jóvenes Venezolanos y manifestante, “la responsabilidad del levantamiento de este sacrificio, depende de la Iglesia, la sociedad civil y los organismos internacionales, que no hacer oídos sordos ante la eminente realidad de violación de los derechos humanos que enfrentamos por pensar diferente», afirmó.
Texto e Imagen de Globovisión
