El gobernante Nicolás Maduro anunció un aumento en el bono de guerra económica que otorga a los trabajadores de la administración pública y a los jubilados y pensionados. El mandatario no dio luces de un aumento de salario, que quedó en 130 bolívares, equivalentes de 3 dólares según el Banco Central de Venezuela (BCV). El gobernante se guardó varios datos como el de el comportamiento de la producción petrolera, contaminación ambiental, reservas de oro, entre otros
El gobernante Nicolás Maduro ofreció este lunes 15 de enero el balance de su gestión, correspondiente al 2023. Durante su alocución, dijo que fue el tercer año de «recuperación consecutiva» y que este año la inflación será de dos dígitos. A la mitad de su discurso, ofrecido desde la Asamblea Nacional (AN) de 2020, anunció el incremento a 60 dólares del bono de «guerra económica» que se asigna a través del carnet de la patria; el de alimentación se mantiene en $ 40.
«Creamos un mecanismo que ha demostrado ser exitoso, pertinente y sostenible en el tiempo: el ingreso mínimo integral indexado. Los $100 del ingreso mínimo integral indexado serán $60 de bono de guerra económica y $40 del cestaticket», explicó.
Pese a lo anterior, el mandatario no dio luces de si en algún momento de este 2024 aumentará el salario a los trabajadores, que desde el 15 de marzo del 2022 no se ajusta. En aquel entonces, se estableció un sueldo mensual de 130 bolívares que equivalía a 30 dólares y comprendió un resquicio para la población que esperaba, a partir de allí, una recuperación gradual de su poder adquisitivo. Sin embargo, esa espera ya acumula casi 670 días.
Los jubilados y pensionados de la administración pública quedaron fuera del itinerario de Maduro en la presentación de su Memoria y Cuenta. El anuncio de los bonos solo incluyó a los trabajadores activos. El gobernante no ofreció información alguna sobre cómo se modificarían los montos de pensionados y jubilados, que desde el 1 de mayo de 2023 quedó en $20.
En la presentación, de lo que llamó su «examen del 2023» , tampoco hizo mención de las acciones de su administración para atender las demandas del sector educación: mejoras salariales, discusión de las convenciones colectivas y atención a los problemas de infraestructura del sistema. En horas de la mañana, maestros y trabajadores de la administración pública protestaron en reclamo a los bajos salarios.
Maduro también se guardó la información sobre la manera en la que su gobierno ha manejado los casos de covid-19; tampoco detalló cada cuánto tiempo se envían datos a la Organización Mundial de la Salud o a la Organización Panamericana de la Salud. Lo que sí afirmó en su mensaje anual es que las vacunas creadas por farmacéuticas de países de Occidente “mataron” a miles de personas en Estados Unidos y países de Europa, aunque no existe evidencia de tal acusación.
¿Y el petróleo y el oro?
En la presentación del mensaje anual, Maduro solo hizo un recuento de la caída de la producción petrolera que -según él- fue a partir de la llegada de las sanciones extranjeras. No esbozó como ha sido el comportamiento del sector en el último año. De acuerdo con el último informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) la producción de crudo venezolana registró una leve alza en noviembre al alcanzar los 801.000 barriles diarios (b/d), según fuentes primarias, citadas en el boletín mensual.
Las cifras aportadas por las fuentes primarias a la OPEP sugieren que la producción de crudo subió 1,90% con respecto a noviembre, cuando fue de 786.000
En el documento también se dieron a conocer las estimaciones de fuentes secundarias. Según estos datos, la producción tuvo una subida de 3,03% al pasar de 757.000 en octubre a 780.000 en noviembre.
Pese al alza que se registró, a la industria petrolera aún le queda trayecto por recorrer para poder cumplir la meta de producción. Autoridades venezolanas habían proyectado que el país podría cerrar el año con una producción superior a los dos millones de barriles diarios, pero ese número aún parece lejos. El año pasado, Venezuela logró una media de 716.000 b/d, lo que supuso un incremento del 12,5 % en comparación con 2021, cuando promedió 636.000 b/d.
Otro de los temas que Maduro olvidó detallar fue el del oro venezolano. El mandatario no informó el estatus en el que se encuentran las reservas del metal que, por cierto, en 2021 cayeron en su nivel más bajo.
En ese año las reservas de oro de Venezuela cayeron tres toneladas, según reflejaron estadísticas del Banco Central de Venezuela (BCV) correspondientes al cierre de la primera mitad de 2021. Los niveles de oro en las arcas del BCV llegaron a tan solo 83 toneladas, la cantidad más baja registrada en al menos 50 años, debido a los retiros constantes del gobierno de Nicolás Maduro, que mantiene el ritmo de ventas del mineral en su intento por obtener liquidez.
Maduro no hablo de contaminación ni de los derrames petroleros
Maduro hizo mutis en su discurso en lo referentes a temas de contaminación del lago de Maracaibo y los derrames petroleros que se registraron en el último año.
Con respecto a la contaminación del lago, no informó qué está haciendo su administración para atender el problema y sus consecuencias, entre las que vale destacar las enfermedades que sufren las familias que viven cerca del cuerpo lacustre.
Una de las principales poblaciones afectadas por la contaminación es el sector Santa Rosa de Agua, una localidad donde predomina la etnia Añú, la cual está «sumergida en una profunda crisis» producto de la vulneración de derechos fundamentales como la salud, el trabajo y la alimentación.
Tampoco hizo referencia al impacto en los ecosistemas y en la industria como consecuencia de los derrames petroleros que, hasta finales de noviembre de 2023, según el Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales (Clima 21) rondaba los 28 derrames de hidrocarburos en todo el territorio.
El Observatorio de Ecología Política de Venezuela (OEP) había registrado, en el mismo periodo, 45 botes de petróleo y sus derivados en siete estados del país.
Tampoco mencionó nada referente al arco minero del Orinoco. En septiembre de 2022 se publicó el trabajo Viaje a la fosa de la devastación del Arco Minero del Orinoco en el que los medios Runrunes y Correo del Caroní constaron, en un recorrido de 850 kilómetros por cuatro municipios mineros del estado Bolívar, el impacto ambiental, social y cultural de la actividad aurífera en la región.
La señal más visible del avance del megaproyecto de minería decretado por Nicolás Maduro en 2016 y que ocupa casi 12% del territorio nacional, es la aparición de misteriosas empresas, molinos artesanales y plantas industriales de cianuración para el procesamiento de oro cuyo desempeño productivo se mantiene bajo secreto oficial.
La deforestación a la vista de los transeúntes de la Troncal 10 y la contaminación con mercurio y desechos tóxicos de los ríos Cuyuní y Yuruary que bordean los principales pueblos mineros desdice las políticas ambientales que el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico y el Ministerio de Ecosocialismo aseguran cumplir desde la creación del Arco Minero del Orinoco. En 2020 se registró la mayor pérdida de cobertura arbórea en el estado Bolívar en las últimas dos décadas debido a la expansión de la minería.
Durante las 5 horas que duró el discurso, Maduro tampoco habló de los casos de corrupción, incluyendo la trama Pdvsa-Cripto; no mencionó el informe de la Misión de Determinación de Hechos de la ONU sobre Venezuela, presentado en septiembre; no recordó los 10 años de la muerte de Chávez, y mucho menos hizo mención a las elecciones presidenciales previstas para 2024.
Tac Cual