Cuando recién empezamos a salir con alguien todo es hermoso, perfecto y tal como los soñamos. Él es atento, divertido, ¡un dulce de leche! No hay ni un sólo momento de tu día en el que no quieras estar con él. Tu teléfono explota de mensajes suyos con temas pavos, pero a ti siempre te sacan una sonrisa. Ya lo imaginas siendo el padre de tus hijos o sentándolo en un asado familiar, ¿o no?
El problema empieza cuando el príncipe azul se empieza a desteñir y ves cómo cambia de color. Cuando se termina la etapa de enamoramiento (en la que sólo tienes ojos para sus virtudes y sus defectos no existen) aparece el hombre real. El que se equivoca, el humano, el que realmente es.
Unos 10 meses después de iniciada la relación, los globos y los corazones llegan a su fin. El cuerpo deja de generar tantas endorfinas cuando pensás en él o lo ves personalmente. Si bien cada cual tiene su tiempo, todas las relaciones en algún momento bajan de su esplendor inicial. Cuando termina el enamoramiento ¿aparece la crisis?
Para entender un poco más sobre el tema consultamos con Clara Ulrich, columnista de humor en radio y actriz, lo suyo son los temas de pareja y juntas pensamos si la crisis de los 10 meses es un mito o una realidad. No te pierdas este artículo y averigualo con nosotras. ¡Contanos! ¿Tuviste tu crisis de los 10 meses?
¿Se acaba el enamoramiento?
Una frase de Clara nos quedó grabada: «El amor es ciego hasta que la rutina le devuelve la vista». Muy cierto, ¿no? El enamoramiento tiene fecha de vencimiento. Según ella la «picazón» antes o después llega, por lo que en algún momento todos nos rascamos. Aunque también existe el camino de la negación y uno puede elegir tatuarle el disfraz de príncipe azul o de princesa in eternum a su pareja. Pero a la larga el efecto caída a la realidad va a llegar y va ser mucho más duro. Una mañana o una tarde cualquiera uno se golpea de frente y descubre que el otro es humano ¡vaya traición! Y como si fuera poco, tiene defectos. Eso sí que no lo veíamos venir…
Hay crisis, ¿hay retorno?
El hecho de pasar por una crisis de pareja tan grande como es la caída del príncipe azul, trae algunas consecuencias. Por supuesto que no en todas pasa lo mismo, pero descubrir que nuestro hombre es un ser humano más y no es el ideal que construimos puede hacernos sentir un tanto raras. Al menos por un tiempo.
Según Clara tener mariposas en la panza durante años se puede transformar en una gastritis crónica. En cambio, aceptarlo tal cual es el primer paso para quererlo: ronca, no siempre tiene el mejor humor, deja la toalla mojada arriba de la cama…pero aún con todo eso me sigue gustando. El problema comienza cuando hay cosas que «dejamos pasar» al comienzo de una relación y con el paso del tiempo empiezan a molestarnos en serio. Ahí no hay que abandonar el barco de una. ¡Hay que sentarse a charlar!
Después de la tormenta sale el sol
Después de las crisis todas las parejas necesitan armarse y reinventarse en algo diferente. Según nuestra experta es importante aceptar que algunos mecanismos que los dos fueron armando, ya no van más. Entender que encontrar a tu amor, no es un destino sino el comienzo de un camino de a dos ayuda mucho. No es «listo, ya enganché», reclino el asiento y me achancho. No, es tanto trabajo buscar a nuestra media naranja como mantener el vínculo sin que «se pudra».
«No hay dejarse estar y hay que hablar con tu pareja, comunicarse. Lo importante es que la picazón se agarre a tiempo, antes de que sea una reacción alérgica imparable. Crisis no siempre significa separación, hay que calibrar y volverse a elegir».
Cada pareja vive sus experiencias personales, pero lo cierto es que cuando todas nos damos cuenta de que nuestro compañero no es perfecto viene lo mejor: el real. Las crisis siempre son positivas y aunque no te lleven a estar con él, te llevan a conocerlo tal y como es y si elegís que sea tu compañero vas a estar con quien en verdad te gusta y te hace bien. No le tengas miedo a la crisis de los 10 meses, lo que viene después es mucho mejor.
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