Al principio del casting vemos a unos niños disfrazados de animales y jugando: elefantes, cocodrilos, monos, tigres. Todo muy alegre e inocente. Después aparecen sus padres y el equipo de rodaje les explica algunas de las condiciones en las que se va a grabar el anuncio, para que den su conformidad.
– «Para que los niños se vayan ambientando al equipo, es probable que nos lo tengamos que llevar un par de días antes».
– «Cabe la posibilidad de que el día antes del rodaje no les demos de comer. No pasa nada, a lo largo del rodaje les vamos dando incentivos».
– «Algunas veces les sacamos los dientes, los incisivos, para ahorrarnos problemas. ¿Tienes algún inconveniente en este sentido?»
– «A veces utilizamos descargas eléctricas».
Los padres se muestran primero sorprendidos y luego escandalizados, preguntando al equipo si esas técnicas las han probado consigo mismos y asegurando que estas acciones son denunciables.
Obviamente, el equipo de producción no está planteando usar estas prácticas con los niños. Pero sí nos quiere recordar que son habituales en el rodaje con animales, según la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), que es la ONG que ha rodado este vídeo titulado El cásting más bestia.La acción lleva más de un millón de reproducciones en Facebook y otras 160.000 en Youtube desde el 27 de mayo.
«Todas las reacciones son reales», cuenta a Verne Jennifer Berengueras, coordinadora de proyectos de FAADA. Berengueras añade que el objetivo del vídeo era que la gente «supiera lo que ocurre y, por lo que estamos viendo en los comentarios, parece que lo hemos conseguido. Mucha gente no tenía ni idea». La organización quiere que seamos críticos cuando vemos «un animal en un entorno que no es el propio». Alguno de los padres incluso ha comentado la publicación en Facebook, dando las gracias por dejarles participar: «Espero que el mal rato sirva para concienciar a la gente», escribe uno de ellos.
FAADA lleva unos tres años denunciando el maltrato a animales en publicidad, con acciones principalmente dirigidas a «informar al sector”. Aunque algunas empresas han respondido de manera positiva y ya buscan alternativas al uso de animales en sus anuncios (para eso está la sección Aplaudimos de su web), en FAADA se dieron cuenta de que muchas de las veces que conseguían algo era «después de que los usuarios se quejaran en redes sociales». Por eso decidieron informar al público de unas prácticas en las que incurre «la gran mayoría de empresas dedicadas a ofrecer animales para sus anuncios», según recoge un dossier de la entidad.
En el apartado de su web dedicada a la campaña El cásting más bestia, la organización recoge la biografía de cuatro de los animales más utilizados en anuncios: el oso Tima, que trabaja en varios circos, series como Águila Roja e incluso espectáculos en centros comerciales; la tigresa Noa, a la que cortaron la tercera falange de cada dedo (lo que niega la empresa Fauna y Acción); el mono Tiby, que también actúa en un circo y que ha aprendido incluso a servir bebidas, y la elefanta Dumba, que según FAADA fue capturada en estado salvaje. Otras técnicas de adiestramiento, explica Berengueras, incluyen hacerles pasar hambre para que obedezcan durante el rodaje a cambio de comida, y sedarlos, además de limar y cortar colmillos.
En cuanto a la legislación existente, Berengueras asegura que «si se hiciera cumplir la ley, seguramente pondríamos fin a todo esto», ya que las necesidades físicas y psicológicas de los animales no se cuidan de forma apropiada durante el entrenamiento y los rodajes. «Ni con las mejores intenciones es posible que estos animales estén bien».
Sin embargo, Abel Ponce, responsable de Zoo Exóticos Kiko, niega que lleven a cabo estas prácticas, «que están en contra de la cultura de nuestra organización», y recuerda que la empresa pasa por «inspecciones periódicas de la Comunidad de Madrid».
Desde Fauna y Acción, Augusto Peralta también niega las acusaciones y recuerda que en la mayoría de las rodajes «hay un veterinario que certifica que no hay maltrato y que se siguen las buenas prácticas en el cuidado y en el transporte de estos animales». Añade que el hecho de que los animales aparezcan en cine y televisión «no es ilegal» y que su empresa además actúa como centro de acogida y salvamento. Recientemente, explica a modo de ejemplo, la compañía rescató a dos cachorros de león maltratados y los liberaron en Sudáfrica.
Fuente: El País