Es una obra de Chris Jones y da cuenta de la evolución de los motores gráficos.
En solo 46 segundos, la animación muestra las dimensiones de órgano y la capacidad real de los efectos 3D.
Esta misma tecnología fue utilizada para películas de la calidad de Titanic, Avatar, Jurassic Park y X-Men, todas películas hechas en las dos décadas recientes.
Fuente: pulzo