Los productos que el mercado ofrece para la higiene bucal son múltiples y variados. Uno de los más comunes es el enjuague bucal. Pues, al parecer, este producto puede aumentar los riesgos de sufrir diabetes o prediabetes. Te contamos más sobre este hallazgo científico a continuación.
El riesgo aumenta en un 50%
Un estudio ha demostrado que las personas que utilizan enjuague bucal dos veces al día tienen hasta un 50% más de probabilidades de padecer diabetes y prediabetes que aquellos que no usan o que lo usan solo una vez al día. Kaumudi Joshipura, profesora de epidemiología de la Universidad de Harvard y autora de la investigación, afirma que matar ciertas bacterias beneficiosas para el organismo sería la acción que desencadenaría el desafortunado efecto.
El rol de las bacterias
De acuerdo con la experta, los seres humanos contamos con microbios orales claves para gozar de un buen metabolismo. Estas bacterias se encargan, fundamentalmente, de convertir el nitrato en nitrito. Cuando tragamos este último y alcanza el tracto intestinal, se transforma en óxido nítrico, una molécula importante que ayuda a regular el metabolismo, equilibra los niveles de energía y también regula los niveles de insulina.
¿Por qué deberíamos obviar el enjuague bucal?
La mayoría de las fórmulas de enjuague bucal contiene ciertas sustancias antibacterianas que, como el propio nombre indica, matan las bacterias. Algunos ejemplos son: alcohol, flúor, peróxido, aceites esenciales, clorhexidina, triclosán y cloruro de cetilpiridinio. Según Joshipura, estos ingredientes no están diseñados para seleccionar qué bacterias deben matar y cuáles deberían preservar.
En consecuencia, con su uso se pierden aquellas bacterias beneficiosas aumentando así el riesgo de padecer afecciones como la diabetes. Es más, de acuerdo con la especialista, eliminar bacterias beneficiosas de nuestro cuerpo aumenta las posibilidades de que ingresen bacterias que pueden perjudicar de otras formas el organismo.
La experta recomienda, entonces, reducir el uso del enjuague bucal de dos a una vez por día. Incluso será mejor si puedes obviarlo del todo. Así que ya sabes, a menos que tengas una indicación especial de tu odontólogo para utilizar este producto, revisa la cantidad de veces que lo aplicas o directamente intenta evitarlo. Tu metabolismo y todo tu organismo te lo agradecerán.
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