Doscientos veinte mil millones de dólares fueron gastados por el Estado de Qatar para la construcción de infraestructura de cara a la celebración de la Copa del Mundo en su país. Sin embargo, parece que este esfuerzo económico no bastó para darle un nivel futbolístico decente a su selección nacional en calidad de anfitriona del torneo.
El combinado nacional qatarí ha mostrado un nivel pésimo durante sus dos primeros partidos en un certamen al que asiste por primera vez al ser el país organizador. Dos derrotas contra Ecuador (0-2) y Senegal (1-3) hicieron que el equipo árabe fuese el primero en quedar eliminado en fase de grupos. Tras el empate entre Ecuador y Países Bajos en el Khalifa International Stadium de Doha (resultado que deja a ambas selecciones con cuatro unidades), la oncena de medio oriente no podrá alcanzar a ambos países.
Qatar es, por lejos, el peor anfitrión de la historia: no solo es el primero en perder su partido inaugural, sino que también es el segundo organizador que cae eliminado en fase de grupos, después de que Sudáfrica quedara tercera en su mundial en 2010 con cuatro unidades y una diferencia de gol menor a la de México (conjunto que clasificó segundo).
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