Como todas sabemos, una regla de hablar con nuestro ginecólogo es que la conversación estará 100% libre de juicios. Por eso, no deberíamos avergonzarnos sobre cómo nos sentimos o lo que le contamos.
Ahora bien, hay algunas conductas que a pesar de que los doctores insisten en que no deberíamos adoptar, las siguen viendo en muchas de nosotras y ya no saben cómo decirnos que las abandonemos.
A continuación entenderás de qué se trata…
#1 Miedo a fijar una visita
Está dentro de lo normal sentirnos un poco nerviosas por visitar al ginecólogo, ya que al principio es un mundo nuevo y muy íntimo para cada una. Habla con tu madre o amigas para aliviar la ansiedad y pídeles consejos para hacer que esta cita sea menos estresante.
Si es tu primera vez visitando al ginecólogo, no dudes en dejarlo claro, y él te hará sentir muy bien: tendrá en cuenta que no tienes experiencia en esto y necesitas ayuda.
#2 Esperar hasta ser sexualmente activa para verlo
Que no mantengas relaciones sexuales no significa que no debas prestar atención a tu salud sexual. Los ginecólogos recomiendan que la primer visita se realice entre los 13 y 15 años de edad; es probable que a esa edad no tengas que pasar por un examen pélvico, pero siempre es bueno prevenir e informarse.
Una gran ventaja de esto es que una vez que necesites de verdad un ginecólogo, ya habrás pasado la prueba y te sentirás mucha más confiada con un médico que ya te conoce.
#3 Avergonzarte
Estamos de acuerdo en que puede resultar un poco extraño hablar sobre un tema tan íntimo con alguien a quien ves una vez al año. De todos modos, no debes pensar así, sino que debes tener en cuenta que tu ginecólogo está más que acostumbrado a escuchar todo tipo de historias y de seguro ha pasado por lo peor.
Por lo tanto, no hay ningún motivo para no animarte a preguntarle o contarle lo que te sucede. Es muy importante que seas honesta y que no te quedes con ninguna duda luego de tu visita.
#4 Comprar »maravillosos» productos de higiene
No prestes atención a todas las publicidades que prometen un aroma exquisito en tus zonas íntimas. Los desodorantes femeninos pueden provocar irritación o reacciones alérgicas y un desequilibrio en el pH de tu vagina.
Entonces, si de verdad estás lidiando con un olor que no soportas, lo mejor es queconsultes con tu ginecólogo y él te dirá qué hacer para solucionarlo.
#5 Disculparte por tu depilación
Otro aspecto que a los ginecólogos no los sorprende en absoluto es el hecho de que no estemos depiladas. Es decir, no debes disculparte o avergonzarte si no te has sometido a una depilación especial para esa fecha. Recuerda: ya lo han visto TODO.
#6 Buscar en internet tus síntomas
¿Quién no buscó sus síntomas en Internet y creyó estar al borde de la muerte? Pues, algo que los ginecólogos no soportan es que en lugar de fijar una cita, busquemos todo lo que nos pasa en Internet.
Ellos están para ayudarte y hacerte sentir bien, no tiene ningún sentido buscar un mejor diagnóstico por otras vías no tan confiables.
#7 Soportar tu dolor premenstrual
No hay ningún motivo por el que debas seguir lidiando con esos insoportables dolores que acompañan a tu período. Hay muchas soluciones para que te sientas mejor y cada caso debe ser evaluado para que sea tratado de la manera más adecuada.
#8 Cancelar tu visita porque tienes tu período
Si ya has fijado tu examen y justo llega tu período, te verás muy tentada a postergar esa visita. Pero, ¡no lo hagas! Antes, llama a tu médico y pregúntale si el examen se puede realizar a pesar del período, ya que las citas son muy difíciles de conseguir y te arrepentirás.
Pues, ahora que sabes con certeza que nada de lo que tanto temías es verdad, ni que no vas a espantar a ningún médico, es hora de que si no lo has hecho en mucho tiempo, visites a tu ginecólogo.
Puede ser un poco difícil enfrentar la situación, pero de seguro no te arrepentirás.