El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado cometido este lunes cerca de la embajada rusa en Afganistán, en el que murió el segundo secretario y un guardia de seguridad de la legación diplomática.
«Uno de nuestros caballeros entró con un chaleco explosivo en una concentración donde se encontraban empleados rusos, unos espías, jubilados y miembros de los talibanes que estaban asegurando el lugar», declaró la organización yihadista en un comunicado difundido en Telegram.
Según el EI, el atentado causó «25 heridos y muertos», entre los cuales estaban «dos empleados rusos por lo menos».
Asimismo, la nota apuntó que el ataque causó «daños en la entrada de la embajada», así como el destrozo de «varios coches blindados» pertenecientes a la legación diplomática.
Por su parte, la agencia Amaq, afín a los yihadistas, afirmó en otro comunicado que entre los dos muertos y heridos rusos se encontraba «al menos un diplomático».
Asimismo, apuntó que «el ataque se produjo unos días después de que el portavoz de los talibanes mandara un mensaje de tranquilidad a los países que están en Afganistán, entre ellos Rusia, de que no hay que preocuparse del peligro que representan los combatientes de Estado Islámico» en el país.
El atentado ocurrió esta mañana cerca de la sección consular de la embajada rusa en Darul Aman, en el suroeste de la capital, cuando el atacante fue identificado y reducido por la fuerzas de seguridad, lo que no se evitó es que se activasen los explosivos que portaba.
Debido a la explosión, «cuatro de nuestros compatriotas y dos empleados de la embajada rusa murieron y varios afganos resultaron heridos», reveló el portavoz de la policía de Kabul, Khalid Zadran.
La identidad de los fallecidos entre el personal de la embajada se comunicó desde Rusia, poniendo fin a sucesivas especulaciones sobre su nacionalidad y los cargos.
Rusia fue uno de los pocos países, junto a Pakistán o Irán entre otros, que mantuvo abierta su embajada en Kabul después de que el 15 de agosto de 2021 los islamistas regresaran al poder tras más de dos décadas de guerra con la toma de la capital afgana.
EFE