Espinacas a la crema, un plato irresistible para una ocasión especial

Espinacas a la crema, un plato irresistible para una ocasión especial

Ingredientes
500 gr de espinacas

 
1 cebolla pequeña

 
100 g. de jamón en daditos

 

1 cucharada de harina

 
700 ml. de leche

 
40 g. de mantequilla

 
Aceite de oliva

 
Nuez moscada

 
Sal

 
1 rebanada de pan de molde

 
Preparación
Esta receta tiene muchas variantes e incluso nombres, ya que además de espinacas a la crema se puede encontrar como espinacas con bechamel e incluso elaboradas con otro ingrediente que no es el jamón, como gambas y terminarlas gratinadas al horno con un poco de queso rallado. Estas son como yo las hago y como están buenísimas.

 

Primero prepararemos la bechamel con la mantequilla y un poco de aceite para que no se queme. Añadimos la harina y esperamos a que el roux se mezcle muy bien, tal y como comentamos con las croquetas de queso, pues será el truco para que luego no se formen grumos. Después de dejar cocer la harina, añadimos la leche y vamos removiendo constantemente para que vaya espesando y después se quede fina. Añadimos sal y nuez moscada al gusto y reservamos. A mi me gusta algo líquida, pero podéis dejar cocer un poco más si os gusta más espesa.

 

Las espinacas os recomiendo comprarlas frescas ya lavadas y limpias, pues es algo laborioso y cada vez se encuentran de más calidad ya limpias. Aun así, yo siempre las paso un poco por el grifo y directamente las introduzco en una olla con un dedo de agua, para que cuezan. Veréis que reducen hasta un cuarto su volumen original. A los 2-3 minutos se sacan y se escurren muy bien, con un colador y apretando con una espátula. Después se pican y se reservan.

 

Picamos muy fina la cebolla y dejamos rehogar en una sartén con aceite. A continuación añadimos el jamón cortado en finos dados (de aproximadamente medio centrímetro) y esperamos unos segundos a que se caliente para incorporar las espinacas. Dejamos rehogar un poco y añadimos la bechamel, que irá a gustos. A mi me gusta ir batiendo según voy añadiendo poco a poco, así se integra todo perfectamente y parece una crema.

 

Freimos en abundante aceite una rebanada de pan de molde cortada en cuatro (podéis hacer cuadrados, rectángulos, triángulos). Se sirven las espinacas y se decora con el pan frito.

 

A los niños puede atraerles el color verde con el blanco, y si añadimos abundante bechamel, es una buena forma de hacerles comer esta espectacular verdura.

 

Fuente: Cocina Rica

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