Como si Mónica Fernández no tuviera su agenda llena con sus programas de radio y televisión y la columna que escribe en un diario de circulación nacional, a su manager Alexander Cohen le pareció una buena idea que la abogada se subiera a las tablas para contar todo Lo que no se ha dicho, a partir del 10 de octubre en el Teatro Premium de Los Naranjos.
La jueza aceptó el reto de su representante y una vez a la semana se reúne con Carlos Roa para darle todos los insumos necesarios al escritor para darle vida al guión con el que debutará en el teatro. Sin embargo, Fernández no da todo por sentado.
«Te confieso que estoy muy temerosa porque no quiero bajo ningún concepto salir de mi ámbito y de mi posición. Yo no soy artista, no soy un personaje de la televisión. Soy Mónica Fernández en cualquiera de los roles o de los espacios que me toca jugar y, en definitiva, éste es uno más. Otro escenario de mi propia vida donde me voy a montar», dice.
«Un poco la onda de Lo que no se ha dicho es lo que no sale en pantalla, lo que soy yo, lo que he vivido para bien y también durante los momentos difíciles. El tema de las relaciones de pareja, como en un momento dado yo también me puedo juzgar a mí misma y salgo de ser la doctora Mónica del estrado para ser una de las partes que va a Se ha dicho», adelanta.
Carlos Roa comenta que en pro de la construcción del texto, no solamente se ha limitado a conversar con la abogada sino que también se pasea por el set de su programa en Televen para verla en acción.
«En Se ha dicho van una parte y su contraparte a pelear, a acusarse de todo y la doctora Mónica es la mediadora, pero nunca habla de ella misma, de cómo es su vida. Un poco lo que estamos haciendo ahora es definir qué cosas podría llevar Mónica Fernández si ella fuera a exponer su vida al programa; cuáles son sus contradicciones, cuáles son las cosas que no le funcionan y además, es un ejercicio de agradecimiento con su público, ya que abrirá su intimidad, sus preocupaciones, sus anhelos y sus sueños», desvela.
Fernández agrega: «Quizás la gente no sabe que yo cocino, lavo, plancho, salgo corriendo del canal y preparo el almuerzo y pongo una lavadora y una secadora y luego vuelvo al canal. Los televidentes terminan idealizando a los que estamos en los medios y, sobre todo, a mí que trabajo con un tema de leyes. Yo soy un ser humano, con defectos y virtudes».
«También va a ser una oportunidad para hablarle al país, a ese país que yo tengo en mi corazón, que no es de los chavistas y de los no chavistas, es el de todos», subraya la jueza.
Fuente: EU
