El embajador de España en Caracas, Jesús Silva, aseguró hoy que el país europeo quiere ser parte de la solución ante la crisis que se vive en la nación caribeña y contribuir «a que se solucionen los problemas».
«España quiere ser parte de la solución, quiere contribuir a que se solucionen los problemas en Venezuela y vamos a continuar con nuestro trabajo que va a ir encaminado a que sea un trabajo constructivo, de apoyo, de tender puentes y encontrar soluciones con todas las partes», dijo Silva a periodistas tras reunirse con una representación de las empresas españolas establecidas en Venezuela.
Sin embargo, pidió «no adelantarse a los acontecimientos», por lo que mostró su deseo de que la relación entre España y Venezuela «siga siendo buena», al tiempo que recordó que su «actitud siempre ha sido constructiva».
El Gobierno de España, así como los de Alemania, Francia y Reino Unido, instaron el sábado al gobernante Nicolás Maduro a convocar elecciones transparentes y justas en un plazo de ocho días o, de lo contrario reconocerán al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, como presidente interino.
Por otra parte, una treintena de países como Estados Unidos, Canadá, Brasil o Colombia, han reconocido ya a Guaidó como presidente interino del país caribeño, que vive desde hace años una profunda crisis política y económica.
En este sentido, Silva dijo que España espera aportar a la solución «primero porque Venezuela nos importa, nos preocupa y porque tenemos casi 200.000 españoles» en el país, así como «un compromiso de permanencia».
Por eso, se han mantenido en contacto con todos ellos «para que en cualquier momento de necesidad» apoyarlos.
De otro lado y como conclusión de su reunión con los representantes empresariales, el embajador envió un «mensaje de tranquilidad «, puesto que la operación de esas empresas se mantiene «y no hay motivo para pensar que vaya a cambiar esa situación».
«Nos han expuesto un poco la situación y en total son en torno son 5.000 o 6.000 familias que dependen directamente de estas empresas que hoy son mas venezolanas que españolas. En su mayoría son empresas dirigidas por venezolanos y que sus empleados son en su mayoría venezolanos», subrayó Silva.
Finalmente hizo hincapié en que todas las empresas les han confirmado «su compromiso con Venezuela», ya que «ninguna quiere dejar el país, quieren seguir apostando por el país» así como contribuir a «crear empleo y riqueza».
Por su parte, el presidente de la Cámara Venezolano Española de Industria y Comercio, Eugenio de la Vega, comentó que la situación para ellos no ha cambiado mucho últimamente, puesto que el país tiene «un problema económico» que comenzó hace varios años y que «no fue por razones políticas», sino por «la bajada del petróleo y de una serie de insumos que hacen falta».
«Últimamente se ha visto perjudicado porque ha bajado la población, todo está más difícil y es una cuestión de reducción del mercado», subrayó.
Sin embargo, mostró su esperanza de que la situación «a mediano plazo» mejore y sea «muy buena», puesto que «en el país hay mucho pro hacer».
España es el segundo inversor en Venezuela después de Holanda y un total de 72 filiales de empresas españolas operaban allí en 2018, pese a que ese país está considerado como el cuarto del mundo más difícil para hacer negocios.
EFE