Eslovaquia, a través del operador de oleoductos Transpetrol, ha anunciado hoy que paraliza la importación de petróleo ruso contaminado, y se une a países como Bielorrusia, Polonia y Alemania, que también rechazaron esta semana crudo de los Urales por temor a que dañe sus refinerías.
«En base al rechazo a recibir este crudo por parte de (la refinería eslovaca integrada en el grupo petroquímico húngaro MOL) Slovnaft, Transpetrol ha decidido de inmediato la puesta fuera de servicio del oleoducto entre Eslovaquia y Ucrania hasta que se resuelva la situación», ha indicado Transpetrol en un comunicado.
EFE