Decenas de partidarios del régimen sirio han acampando en el monte Qassiun, que domina Damasco, con la intención de servir de «escudos humanos» e impedir un eventual ataque estadounidense.
Los jóvenes han erigido tiendas de campaña en un camino escarpado, al lado del famoso restaurante Ahla Tallé, cerrado desde hace un año debido a los numerosos retenes militares.
Esta colina, considerada estratégica, está sembrada de posiciones de artillería que disparan sobre las localidades rebeldes, y que podrían ser un blanco privilegiado en caso de ataques aéreos estadounidenses.
«Vamos a acampar aquí hasta el anuncio por parte del gobierno de que ya no hay una amenaza de agresión» contra Siria, declara Ogarit Dandash, una periodista libanesa de la televisión Mayadeen, que está en el origen de esta movilización bautizada «Sobre nuestros cuerpos».
Washington ha contemplado ataques militares para «castigar» al régimen del presidente Bachar al-Assad, acusado de haber ordenado un ataque con armas químicas el 21 de agosto cerca de Damasco, que causó unos 1.400 muertos.
Un acuerdo alcanzado el sábado en Ginebra entre Washington y Moscú con vistas al desmantelamiento del arsenal de armas químicas sirias, al que ha suscrito el régimen de Damasco, aleja por el momento el espectro de ataques aéreos.
«Pero la amenaza de la fuerza se mantiene, la amenaza es real», afirmó el domingo el secretario de Estado norteamericano John Kerry.
Los jóvenes sirios han erigido unas 25 tiendas con banderas sirias, en el camino que lleva a la cima del monte.
«No vamos a cesar, debemos actuar para resolver la crisis» en Siria, proclaman los jóvenes.
El conflicto sirio, que estalló hace dos años y medio, se ha cobrado ya más de 110.000 vidas, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos.
«Estamos en el monte Qassiun para decir a los estadounidenses que deberán pasar sobre nuestros cuerpos», afirmó el actor Mustapha al-Kani, ferviente partidario del régimen.
«Es normal que haya posiciones divergentes sobre la situación», entre partidarios y opositores al régimen, reconoció. Pero «en este caso concreto, no se trata de una posición política sino patriótica», aseguró.
«Es natural que nos congregemos alrededor del amor a la patria, para protegerla de cualquier agresión exterior», agregó.
Para el «escudo humano» Ahmad Hammud, de 22 años, la presencia de los jóvenes en la colina de Damasco «no disuadirá quizá a Estados Unidos de atacar» a Siria.
«Pero les decimos (a los estadounidenses) que nuestras ideas no morirán con nosotros», proclamó.
En un flanco de la colina, jóvenes que ondean pancartas contra los ataques entonan canciones patrióticas.
«No toquen a Siria», se lee en unas de estas pancartas.
Los participantes en esta operación comen y duermen en el lugar, y uno de los organizadores lee cada noche las consignas: no se puede ingerir alcohol ni tener un comportamiento «que perjudique la moral general».
Fuente: Agencias