Para nadie es un secreto la crisis sanitaria por la que atraviesa nuestro país. Día a día pareciera que nos acostumbráramos a escuchar el “NO HAY” o “Eso no llega desde hace tiempo” en las diversas cadenas de farmacias privadas o públicas.
Medicinas de cualquier tipo, incluso métodos anticonceptivos, se han vuelto un verdadero dolor de cabeza para quienes llevan una vida sexual activa y tratan de cuidarse para evitar un embarazo y hasta una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).
El médico ginecológico, Carlos Maris, explicó al equipo de redacción de A Tu Salud, que desde hace aproximadamente dos años desaparecieron del país y del mercado farmacéutico los principales anticonceptivos como “las píldoras, el parche, el anillo, los implantes, inyecciones y Dispositivos Intrauterinos”. De igual forma alertó que lo único que se consigue en el mercado son los preservativos tradicionales masculinos y pocas marcas de pastillas anticonceptivas.
El drama para las mujeres es un poco más delicado, debido a que no hay muchas opciones en cuanto a las píldoras. “La que le presta a una no precisamente le va funcionar a otra, debido a que no tienen la misma composición”, explicó Maris, quien agregó que para determinar qué tipo de pastilla debe tomar la paciente hay que practicarle un perfil hormonal.
¿Hay alternativas?
Por el momento el doctor Carlos Maris, ginecólogo del Centro Profesional Caracas, en San Bernardino y de la clínica dispensario Padre Machado en Montalbán, sugirió como única alternativa seguir usando como medida de protección el preservativo masculino, que a la fecha es el que más se consigue y no son revendidos como las pastillas.
“Las pastillas cuando se consiguen en farmacias comunes, se vende bajo prescripción médica, por lo que todos los meses no pueden pagar una consultar y cuando la consiguen, se vende con sobreprecio y la que esté disponible, es decir, un día usan una marca y al otro mes se ven en la necesidad de usar otra marca”,alertó.
La escasez de estos anticonceptivos supone un riesgo para el cuerpo de la mujer, ya que al no conseguir los récipes por el ginecólogo, muchas optan por cambiar constantemente la marca de las pastillas, produciendo un desorden hormonal y exponiéndose a un embarazo no deseado o en el peor de los casos, arriesgándose a quedar estéril.
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Por Confirmado: María González
