¿Alguna vez tuviste relaciones sin protección? Ya sea con tu pareja estable, o en un encuentro ocasional (sobre todo), tener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección, te expone a contagiarte de alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Entonces, si alguna vez corriste ese riesgo, o al menos tienes algún dejo de inseguridad, hoy queremos contarte cuáles son los pasos que debes seguir para hacerse una prueba de ETS. ¡Toma nota!
¿Por qué es necesario hacerse la prueba?
Saber si padeces alguna enfermedad de transmisión sexual no es sólo importante para tu salud, sino para quien puede ser tu compañero. Además, siempre es mejor prevenir que curar. Hay que tener en cuenta que no sólo el sexo vaginal es la única forma de transmisión, sino también puede serlo el sexo oral, anal e, incluso, tocar alguna superficie infectada.
De esta manera, contraer ETS es más fácil de lo que parece. Lo peor de todo es que los síntomas son muy leves y sutiles, y puedes no darte cuenta que eres portadora de alguna; incluso, ni el HIV posee síntomas en un comienzo. Es por eso que siempre es recomendable realizarse la prueba de enfermedades.
Para hacerte una prueba, debes tener en cuenta que eres tú quien debe tomar la iniciativa: después de todo, es tu salud lo que debe importarte. Si bien los resultados son privados, debes buscar algún tipo de apoyo emocional en amigos o parientes.
Los diferentes métodos
Hacerse una prueba es muy sencillo. Sólo debes sacar un turno en algún centro médico, clínica, o dispensario público.
Se recomienda realizarse este test poco después de tener relaciones sexuales, ya sea por primera vez o si ha sido la primera ocasión con tu nueva pareja. También es buena idea realizarse esta prueba en el chequeo anual de salud.
Pero los exámenes no son siempre los mismos. Entre ellos, están el Pap o Papanicolaou, que se utiliza para la detección del VPH y el cáncer cervical. Consiste en extraer muestras del cuello uterino utilizando una escoba o espátula.
La muestra de sangre se utiliza para detectar el virus del VIH, sífilis, la hepatitis B y C y el herpes. Mientras que la muestra de orina ayuda a detectar enfermedades como la gonorrea y la clamidia.
Por otro lado, también puede utilizarse el método de extracción de muestra dentro de la vagina, insertando un hisopo para recoger los fluidos, que luego serán analizados bajo un microscopio.
¿Y después?
Ya sean resultados positivos o negativos, lo que debes hacer es compartir esa información con tu pareja: tu salud, la de tu chico y la salud de la pareja son dependientes.
Si los resultados son positivos, es el médico o la enfermera quien te informará las medidas que se deben tomar, según la enfermedad y el grado de la misma. Los tratamientos varían entre antibióticos (como para clamidia, por ejemplo); también vacunas, como es el caso de la gonorrea, que debe aplicarse dosis de 250 mg de ceftriaxona. También es una medida la abstinencia, que en el caso de las enfermedades recién mencionadas, es de una semana.
Nunca es tarde para hacerse un chequeo, sobre todo si de enfermedades venéreas se trata. No usar protección, y por lo tanto, poder contagiarse, es una de los errores comunes a evitar en el sexo en pareja. Así como también es una de las contras si tienes sexo en la primera cita. ¡Cuídate!
IPP
Fuente: imujer
