No tiene soporte científico ni cabida en los centros académicos, sus medicamentos son dudosos e incluso peligrosos y su actividad se permite gracias a un vacío legal son algunas de las afirmaciones más lapidarias que se hacen habitualmente sobre la homeopatía, una disciplina que cuenta con numerosos detractores pero que, en los últimos años, ha visto también aumentado el número de sus seguidores debido a factores como la consideración que se le tiene en diversos países europeos.
Entre sus beneficios, se citan algunos como la utilización de remedios naturales, lo que impide que los pacientes se vuelvan adictos a ellos o que sufran efectos secundarios. Además, se subraya que el enfoque natural y holístico de la disciplina conduce al tratamiento tanto de los dolores del paciente como de su salud mental.
Creado en 1796 por el doctor alemán Samuel Hahnemann, este sistema de medicina alternativa es tildado con frecuencia de pseudociencia, es decir, de creencia que es presentada falsamente como ciencia, y sus remedios son tachados de ineficaces y equiparados únicamente a los placebos. Su contraposición con la medicina convencional es objeto de intensos debates en el campo de la salud, en los que entran en juego diversas consideraciones técnicas.
A continuación, se muestran algunos datos que te ayudarán a comprender mejor este fenómeno.
El efecto placebo: los defensores de la homeopatía se agarran a múltiples ensayos que muestran que el paciente experimenta un beneficio superior al placebo, pero sus críticos resaltan todos los fallos metodológicos de estas pruebas.
Fiabilidad de los medicamentos: asimismo, también se critica que los medicamentos clasificados como homeopáticos son compuestos que no tienen por qué ser tan seguros como los convencionales ni haber demostrado su misma eficacia en un ensayo clínico, por lo que pueden entrañar riesgos para la salud.
Profesionalidad: por el contrario, sus partidarios afirman que se trata de una práctica ejercida por médicos tan profesionales como los que se dedican a la tradicional, lo que ha permitido materializar en resultados positivos sus postulados y ayudar a muchos enfermos a recuperarse.
Relación con la industria farmacéutica: las personas que se posicionan en su contra también lamentan la connivencia que este método tiene con la industria farmacéutica, sobre la que dicen que ha dado muchas facilidades para vender este tipo de medicinas.
Legalidad: Suecia, Suiza, Francia o Alemania son algunos de los países en los que el uso de esta medicina alternativa está extendida e integrada en los sistemas de seguridad social. Aún así, tanto en España como en la Unión Europea en general se habla de que no existe una normativa clara al respecto y desde algunos sectores se pide una regulación más estricta.
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