El Gobierno nacional entregó la Orden post mórtem Libertadores de Venezuela, en su primera clase, al doctor Jacinto Convit (1913-2014), informó el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Durante su programa semanal, En Contacto con Maduro, el mandatario nacional indicó que la orden le será entregada a la familia Convit para exaltar el desarrollo y la formación del científico venezolano, reseñó AVN.
Convit, quien falleció el pasado lunes, dejó un legado importante en la investigación científica. Fue el creador de la vacuna contra la lepra y la leishmaniasis; además, fue el autor de importantes aportes para la lucha contra el cáncer.
«Ayer perdimos a un hombre gigantesco de gran dimensión humanística, que dictó cátedra de una nueva ética de lo científico, del desarrollo de la salud pública. Fue el héroe de la salud pública. A los 100 años de vida intensa se nos fue Jacinto Convit», expresó el presidente.
La Orden Libertadores de Venezuela fue creada en 2010 para exaltar los méritos y servicios de quienes hayan ejercido una lucha constante y perseverante a favor de las causas liberadoras y del medio ambiente, la autodeterminación de los pueblos, la consolidación de un mundo multipolar, multiétnico, pluricultural y socialista; habiendo contribuido significativamente en beneficio de la patria o de la humanidad.
El presidente también anunció que el programa especial de becas científicas de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho), que beneficia con estudios de postgrados en el exterior a 10.000 venezolanos por año, llevarán el nombre de Jacinto Convit, en su honor.
Maduro comentó que Convit es un ejemplo de amor a la patria. «Estuve escuchando palabras de sus familiares. Él tenia ofertas de las mejores universidades de investigación del mundo entero y dijo ‘de mi Venezuela no me voy’ y aquí se quedó de manera humilde», comentó.
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Manuel Fernández, quien compartió con el científico durante la celebración de sus 100 años de vida, apuntó que «ver el rostro y la mirada limpia del doctor es ver a un hombre que está tranquilo con la vida que vivió, sabe que fue fiel a sus principios; además, en un hogar austero como lo es su casa y familia, es el testimonio de alguien que entendió que la vida es servicio público».
Añadió que a su partida, Convit «nos deja una labor científica de talla mundial, una tremenda sensibilidad social adicional a su pasión científica y médica».
El ministro de Salud, Francisco Armada, comentó que en el mundo «rara vez un científico recibe tanto afecto, como lo ha recibido Convit».
«Él hacía ciencia para la realidad (…) Quiero resaltar ese empeño en la soberanía y el carácter venezolanista que tenía, lo que nos demuestra que podemos ser soberanos en materia de ciencia y salud», acotó.
EL UNIVERSAL