Se cumplen cinco días después de que el presidente de Venezuela decretara el estado de excepción en la frontera con Colombia para supuestamente evitar el paso de paramilitares a su país. Esta decisión ha dejado a varios ciudadanos de ambos países afectados.
Hasta el momento se registran más de 700 deportados, entre ellos más de 100 niños quienes no siempre pasan con sus padres. Hay casos en que sólo pasan con la madre separándolos obligatoriamente de su familia.
En el puente de la frontera, las autoridades de Cúcuta levantaron unas vallas de seguridad para poder tener orden con la situación de deportados, quienes llegan de Venezuela y deben esperar al bus que los lleva al Centro Nacional de Atención En Frontera (CENAF).
La situación más difícil se vive en el barrio La Invasión en el estado de San Antonio del Táchira, lugar en el que la Guardia y el Ejército venezolano marcan las viviendas con una R (revisado) o con una D (demoler) y proceden sacando a la gente, saqueando y posteriormente, tumbando los inmuebles.
Se espera la llegada de más deportados, además de la visita del senador y expresidente Álvaro Uribe, además el Ministro del Interior Juan Fernando Cristo se reunirá en Cúcuta con la canciller María Ángela Holguín para tratar este tema y cabe la posibilidad de que visiten la frontera.
Fuente: ntn24