El diputado a la Asamblea Nacional por Un Nuevo Tiempo (UNT), Enrique Márquez, manifestó este miércoles que el debate para decidir si se declaraba persona no grata al expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue “estúpido”.
Tras admitir que el hecho evidenció que en la oposición hay diferencias, aseguró durante entrevista en Vladimir a la 1 por Globovisión, que “son mínimas frente a las grandes coincidencias” la principal de ellas el hecho de que “Venezuela necesita un a oportunidad de ser un mejor país”.
Sostuvo igualmente que en los factores de oposición “no comulgan con la existencia” de la administración actual, por lo que “hace falta cambio de gobierno, de modelo y de sistema”.
División en la oposición
Advirtió además que “sin unidad, el cambio es mucho más complicado y debemos hacer el esfuerzo por entendernos”. Y dijo que ha abogado “por un encuentro con el Gobierno, por lo que con más razón debo hacerlo al interior de la oposición”.
“Yo no creo que la oposición esté irremediablemente dividida”, agregó. “No tenemos por qué descalificarnos. “Construir un país no es posible si yo me creo dueño de la verdad”.
Consultado con respecto al debate sobre el caso Zapatero, dijo: “Me pareció un episodio estúpido. No tiene por qué votar cosas particularizadas como se hicieron. Hubo consenso en cuanto a respaldar la ayuda que la Unión Europea (UE) ha tenido con Venezuela”, pero no en otros aspectos.
Dijo que “un grupo se empeñó en mencionar” al exmandatario y aseguró que en la Asamblea Nacional “no tenemos esas facultades”. En este sentido, dijo que “no podemos estar allí convirtiendo eso en un circo”.
“Hoy le tocó a Zapatero, pero le puede tocar después a Iván Duque, o a Donald Trump. La AN no está para juzgar a estas personas sino al Gobierno (venezolano) y solucionar los problemas de la gente”, argumentó, al tiempo que consideró necesario “usar el tiempo (en el parlamento) de manera más eficiente”.
“Ruta de odio”
Recordó que en las últimas horas “se aprobó un acuerdo que tuvo más consenso, el cual apunta a buscar una solución concertada: primero en la oposición y luego con el Gobierno. Y sostuvo que “ningún bando puede aniquilar al otro, (porque) todos nos necesitamos”.
Justificó que “si la oposición no ha podido aniquilar al chavismo” y éste a la oposición, ello demuestra que “esa ruta de odio y separación solo nos ha conducido al fracaso del país”.
Consultado con respecto a posibles cambios a partir del 5 de enero tras la elección de nueva directiva en la Asamblea Nacional, alertó que “el desconocimiento internacional y nacional importa”.
Aseguró igualmente que “hasta ahora lo que hemos conversado (con parte de la comunidad internacional) es que es imposible el reconocimiento del Gobierno desde el 10 de enero. ¿Eso es bueno para el país? No. Quizá para un sector, pero no para el país”.
No obstante, dijo que “el Gobierno no quiere abrir las puertas a una democratización del país” y acusó como consecuencias “la hiperinflación” por la cual “el país se está cayendo a pedazos”.
Es necesario por ello -enumeró- que haya un respeto a la AN, que se designe a un nuevo CNE y se alcance una solución política con base en elecciones. Preguntado sobre lo que ocurrirá si eso no sucede, dijo: “Maduro puede seguir allí, pero el resultado real es que el país se seguirá cayendo a pedazos y que Maduro no puede gobernar así”.
“No hay solución mágica”
Admitió también que no cree exista “una solución mágica”, por lo cual: a menos que haya encuentro, entendimiento y reinstitucionalización, “esto podría seguir así”. No obstante, matizó: “¿Es posible recomponer las coas? Sí”, pero ello exige considerar tanto a la oposición y al gobierno. “También al pueblo chavista”.
En cuanto a una eventual invasión militar, dijo: “No creo que aquí vaya a haber una invasión ni que vendrá un marciano a solucionar los problemas nuestros. Debemos solucionarlo nosotros con una oposición fuerte, con reconocimiento mutuo dentro de la oposición y un entendimiento mínimo (con el Gobierno) para garantizar que se vaya en paz y que su salida genere gobernabilidad”.
10 de enero
En lo que respecta al venidero 10 de enero, a propósito de la toma de posesión presidencial para un nuevo período de mando, dijo que “es un hecho que el presidente (Nicolás Maduro) está allí. Lo del 10 de enero tiene que ver con una continuidad de rompimiento constitucional”.
“Ningún factor de oposición luego del 10 de enero estaría en posibilidad de reconocer al presidente” y eso es muy grave, agregó.
Diálogo
Sostuvo además que “la fractura del Gobierno lo hace ser a él bipolar: a veces se muestra dado a conversar y otras veces destruye eso con las manos. Llama al diálogo pero lo maltrata”.
Agregó que “los puentes están rotos, y son intraficables por culpa del Gobierno, igual que ha destruido la ruta democrática”. Sin embargo, reiteró: “Sigo insistiendo en la necesidad de un entendimiento, pero no hay puentes. Ojalá hubiera sinceridad”.
GV