Encuentro Ciudadano, que lidera Delsa Solórzano, diputada a la Asamblea Nacional del 2015, se encuentra movilizada en todo el país, sosteniendo conversaciones con las comunidades, a fin de tomar conciencia sobre la necesidad de que se hagan elecciones primarias amplias, en las cuales participen todos los partidos y movimientos políticos, para que sea el pueblo, y no los cogollos, los que escojan al candidato que se enfrentará al que designe el régimen en el 2024.
El exdiputado Simón Yústiz, responsable del mencionado partido en la parroquia Ana Soto (antes Juan de Villegas), manifestó que los dirigentes de Encuentro Ciudadano propician las reuniones para conversar, debatir y lograr interesar a la gente a que participe.
Queremos que el candidato a la presidencia de la República sea la expresión del pueblo, dijo. Es por ello que todos los que quieran participar lo hagan. No se puede excluir a nadie. Y, por tanto, no sólo lo harán los aspirantes de partidos y de movimientos, sino también los llamados alacranes, porque serán los habitantes del país quienes deben decidir y no algunas agrupaciones.
Consideramos que la democracia se fortalece con la participación de la gente, que está llamada a escoger a la persona que considere más idónea y con la mejor propuesta, realizable, para sacar al país de esta situación.
Los consensos no son los medios más indicados para escoger a un candidato presidencial, porque generalmente lo hacen cuatro o cinco partidos, expresó. Y es por ese motivo que la gente desconfía de esa forma de seleccionar al aspirante.
Queremos que cada estado elija al candidato y si están compitiendo quienes presenten sus ideas mediante programas que abarquen todos los aspectos de la vida nacional, indudablemente, será seleccionado el que genere mayor confianza.
En este sentido debemos tomar en cuenta que hay un rechazo tanto al régimen como a los políticos que no han entendido que la política de hoy reclama la participación ciudadana.
Se acabó la época de los mesías, de los que se aparecían como salvadores de la población y utilizaban su verbo para engañar, añadió. Ahora no es así, porque el pueblo tiene cómo saber quién es quién en la política. Y ya está cansada la gente del sufrimiento causado por quienes ofrecieron lo que no podían cumplir, llevándonos a este desastre que ha acabado con el país. Ahora hay que reconstruirlo, pero con mucho esfuerzo.